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Show 140 pan, Tetepan, Oozca, Xiubcac, Acohuatl, Ocelopan, Tenoca, Ahatl, Achi~ tomecatl, Ahuexotl, Xomimitl, Acacitli, Te<;a,catetl, Mimich, y Tezca." En la tira de Tepecbpan estan marcados como senores de Ohapult~pec, Xocuaulltli y su mujer Ollicomexochitl, y Xiuhcohuatl y su mujer Axochic6mitl. Los otros geroglfficos no traen indicacion ninguna a este respecto. Un:t vez es·tablcciclos en Ohapultepec, dice el c6dice Ramfrez, que los aztcca, "temerosos con esta respuesta de su idolo, eligieron un capitan y caudillo de los mas ilustres que en sn compafi.a venia, tenia por :r;wmbre 1·£-uitzilihttitl, qnc signifi.ca la pluma del pajaro que ya se ha dicho y se dice Huitzitzili. Eligieroule porqtlC todos le conoscian por hombre industrioso y de valeroso corazon, y que les haria mucho al caso par:a su defensa." La eleccion de Ohapnltepec para estancia y de H1titzilihttitl para rey, fucron dos hecllos 16gicos. Ell viaje azteca se habla conyertido en una peregrinacion religios~t qti.e tenfa uu objeto sagrado .. Salieron de Aztlan empuJados por cl desbordamiento .del imperio tlapalteca, y no encontraron en el Michuacan, ni liberta~ para su vida social, ni apoyo a sus ambiciones de grc.mdeza; lmyendo de ahl, arr?jados tal vez, tampoco pudieron vi vir entre los maliu:tlca; siervos dcspues de los cullma, fueronlo mas tarde de los tolteca, y con ellos e1'1.~ueltos en su desolacion .Y su· ruina. Obligados a peregrinar otm vez, encontraron el valle, lleno todo de otras tribns que desde antes se habfan establecido eu el; y, 6 tenian que suje- . tarse {L elbs, 6 Juchar, 6 seguir su camino. No eran bien queridos, porque a su altivez y audaeia, uni::Lu el culto barbaro de sangre que babfan trafdo del Michuacan, y que bab1an exagerado en las ultimas lucbas de T6llan; y a mayor abundamiento, por sus ritos debfan llacer gnm:ra al acercarse el xiu7Mnolpilli, para tener victimas que ofrecer a sn dios .. Rechazaclos y perseguidos por donde quiera en el valle, qne por sus Iagunas tanto se a venia con sus costumbres lacnstl'es, y viendose abandonados en la tierra, por un inst.into natmal del alma, pnsieron su esperanza en el cielo, a lo que se prestaba ademas su institucion teocratica: creye1:onse los preclestinados de la divinidacl, vieron en su viaj~ de siete siglos una gran t~rueba de ser los elegidos, y una muestra de celeste fortaleza; ya. no pensaron sino eu encontrar un sitio conveniente, no para ellos,· siuo para levantar una ciudad a su dios; desde ese h1staute vivieron tan s61o para alcanza1;lo; y los pueblos que vi Yen para una idea, son invencibles. Siemv.re. en· esos momentos, surge uu llombre en quien se person~liza I~ idea, y que se levanta en medio de la tribu, como gigantesco volcan en Ia unclulante Ila-· nura: en Egipto se llama Moises, en Mexico se lhm6 ·T(~nocll. Sierupre es en los pueblos primitivos un sacerdote, porque en ellos domina la idea tcocratica; y porque s6lo con el sacerclote babla el uios, lo mismo entre 141 los relampagos y truenos del Sinal, que entre los teq.ebrosos ruidos del descuajado arbol de Ia peregrinacion azteca. Tenoch era ya el jefe de la tribu: espfritu indomable y valeroso, escogi6 para levantar su ciudad y su templo a Obapnltepec, a pesar de que estaba en terrenos uel temido rey tepa11eca. Ningnn Iugar mas a prop6sito: un cerro rotlr-ado de las aguas <lei lago, y que ten fa · {b sus pies una corona de abuclmetes viejos como el. munclo, yen cl bosque, entre alfombras de flores, refrescadoras . albercas <le aguas cristalinas. Pero sucedi6 tambien l6gicamente, que al establecerse la t~ibu y al organizarse eu pie de guerra, necesitara mas de un capitan que de nn saceHlote; y ent6nces, dejando el gobieruo teocratico, eligi6 rey a Huitz11fhuitl. Igualmcnte l6gica fue esta eleccion: Huitzillhuitl era el uuico de familia real, nieto del tecuhtli de Tzornpanco; esto lo bacia superior, daba derecho a que se le respetase por los pueblos vecinos, y era esperanza de apoyo y alianzas, por lo menos eon los tzompanteca. Blecto rey Huitzilflluitl, "y habiendole dado todos Ia obcdiencia, mand6 fortalece.r )as fronteras de aquel cerro con unas tcrraplenas que aca llaman albct·rrctdas, haziendo en Ia· cumbre un espacioso patio donde todos se recogieron y fortalecieron, tenien<lo su centinela y guarda de <lia y de. noche con mucha diligencia y cuidatlo, poniendo las mujeres y nifios en medio del ejercito, aderezaudo flecbas, varas arrojadizas y hondas, con otras cosas necesai·his a la guerra," como dice el c6dice Ramirez. Estando los azteca en sitnacion tan precaria, mal vistos por todos yen territorio ajeno, no podfa cludarse de que tendrfau que snfrir a{m graves contratiei:npos y serios desastres. 'rorquemada dice: "Puestos los Mexicanos, en este Lugar de Ohapultepec, aunque es vcrdad, que venian cansados, destro9ados, ·y afligidos, con el largo camino, que trageron, no por eso dejaban de mnltiplicarse, y crecer en numcro, como los Hijos de Israel, en '·Egipto, del Rei Famon. Y como los Oomarcauos, viesen la multiplicacion, y crecimiento en que iban, comen9aron a ofenderse, y hacerles Guerra, con intencion de destrnirlos, y acabarlos, pant, que su N ombre, no se supiese, sobre Ia baz de la Tierra, ni estableciesen en ella, su Generacion.- Los prim eros, que despues de si tuados en aquel Lugar, les llicieron . Guerra, y persiguieron, fneron los de Xaltocan, cuio Oapitan, .. Y Senor, era Xaltocame.catl Huix.ton; el qual, no cesaba de continuo <le in< luietarlos, y todos quantos podia, cautivaba." Esta guerra con los <le Xalt6can esta consignacl~ en los geroglHicos de la historia sincr6nica <le '11epecpan. Seve primeramente el simbo_lo de Xalt6ca.n, que es un cfrculo de arena, xalli, en medio del cual esta una tuza, t6zmtj despues hay un grupo compuesto de un guerrero armado que trae de la mano a un hombre ya sin ~rmas; las huelhts de pie que van de Xalt6can en direccion de Olla- |