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Show 26 tcs tribulaciones, mand6 a dos de i caballo que saliesen a rienda suelta y le matasen aquellos dos que se abian pnesto en delantem, en quien entendfa estrivaban los demas; y haciendo rostro, los do de {t caballo · salieron y alzando el brazo para dar su bote de lanza a los dos que espedindolos estaban, al tiempo qne los fnCI'Oll a herir salt6 el UOO de ellos a )a m:1DO derecha con tanta destreza,, que clando COn SU e pada Ull golpe a 1a cmtrtillns del ca,ballo, se las cort6 y vino con su caballero al suelo, Y el otro saltando al otro Indo, y baciendo perder el golpe ::~tl caballero que 1' iba :1. berir, di6 con el espacla a,l c:tbnllo por meclio del pescuezo que se· lo abri6 todo y qucdo ht cabez:a colgnmlo de bs rieud:ts, daudo con el eu el suelo y con su amo, y queriendo volver sobre ellos, para prend llos vivos, el Marques hizo sol tar uu berso 1 qne traya por fuerza, 2 de sn egercito, y luego todo: los indios que coj i6 por delante mato, y asf se apartaron y dieron luga,r para que los caidos se levantasen y echasen mano :1. sus espadas y se empeznscn Ct defender de los Indios, que con voeerfa y sonido de vocinas y atavales y de caracoles y otros instrumentos lcs daban gran bateria con la,s piedras y flechas arroja,dizas que con hondas y otros arti: ficios arrojaban; y ontrando y s~tlicntlo los espafiolos entre ellos y t.in:'indo- 1 •s de cuando en cnanclo con los versos que traian y con algunos arcabuC(> y enviando algunas saet<tS con l::ls ballcstas y arcos de hieno, ·con que los espafioles peleaban, les fneron ganando tierra y entranclos a unas caserias que estaban en un cerrillo junto :1 la ciudttd, que debfa de ser alguu Ou 6 templo; porqne dicon qu tonfa una casa con unos grancles y espaciosos aposentos, dondo se bicieron fnortes y los indios los cercaron y daban cacla cHa baterfa, la cnal clicen que tur6 por cliez 6 doce elias. No faltando Montez~t1na de man<lalles proveer de mantonimientos, los cualos nunca les f<.tl taron, y bacienclo el Marques todo sn poder para salir de aquel c reo, conviMtndoles muchas vcces con la paz y arnonestandoles d<>jCtsen aquella contienda y se sugetasen a su magestad, que ellos no venfan a hacelles mal ni a matallos, viendo que no qnerian, detormin6 e] Marques de ponelles una colada y uar cabo de ellos; y as1 fne que a.guarflanclo {t la noche, creyendo los indios qne y::t estaban recojidos los espaiioles como solfan, estando todos en vela, agnardaron a que todas las lnmbres de los centinelas se apagasen y de las gnardas, y desque lo viero11 todo en silencio salieron de los aposcnto donde est~tban y se fum·on, de <liez en diez, unos a una parte y otros a otra, segnn tnbieron el aviso y ardid del buen capitan, y hallironlo :1. todos durmiondo, especialmente 1 Verso. Espcoie de oulcbrinn de muy poco cali!Jr , qne ya no ~c n~n. (Grn.n Die. do Ia .Aca dcmia.) 2 Es decir, como refuerzo. 27 ~ todos los capitanes, en unas caserias gran des, durmiendo 5. suefio suetto con mucho reposo y sin cuidado ninguno y mandando el Marques que no les hiciesen mal ni matasen a ninguno, los prondieron a todos y maniatad. os los truxeron a los aposentos clonde pos~ban, y traidos allf, sin prender ni matar a ninguno de los soldaclos que ballaron durmiendo, ni a las guardas ni centinelas, antes {t los capitanes los reprendi6 el Marques con la lengua de Marina, que para que se inquieta~an ni s~ ponfan en aquello pues ollos no venian a haoelles mal ni d.aiio y que los mirasen y conociesen por ]a expel'iencia, pues habiendo]OS podiclo matar a todos, DO babian quericlo bacelles mal ni dafio; y para que viesen mas por experiencia. lo que deseaban, que era tenellos por amigos y herrnanos, que luego en amaueciendo, delante de todo su ojcrcito, los soltarfan y enviarfa norabuena. A.sf fue, quo venida la mafiana, venido e.l ejercito a sus lugares para dalles el combate que sollau, y ec1Jando monos a sus capitanes y senores que los animaba.n y gui~tb~n, el JYiarques los sac6, asf como lo~; babfa preodido, y dixo {v los sol<lados el mal recaudo en que abian puesto a sus senores, los cnales si el quisiera los pudiera aher merto; pero que el no veufa a matallos ni a dostmillos; que les rogaba lo dcxasen eutrar en Ia ciudacl Ct descaosar, y soltindolos a todos los que tenia presos, viendo sn benignidad, alz<tl'On luego el Cel'CO y Yinieron todos de paz y lo lJevaron a Ia ciudad; todo lo cual que l.J.e referido lo oi contar a un conquistador de los quo en esto se ballarou, pero osta historia dice lo contrario, que entrarou por fuerza de armas y matarou gran multitncl de fndios, y no contradice lo uuo 5. la otro, pues esUt claro que en los elias que tur6 el cerco rnatar! au gran suma de fndios cou los bersos y arcabuces, puos cada ella tt-nian com bate, y asi so publico por todas las ciuclades y Iugares de la tierra, que los dioses tiraban con rayos de fuego y que de cada tiro mataban muchos lwmbres, con lo cual fue tanto ol temor que tomaron, que no ozaban menoarse y fue tanta su cobardfa y temor que bulan de los espafioles y se metfan buyendo por las oavernas y montes y cuevas y se dcspefiaban po1· 110 vellos, y esto 1Jasta 1Joy les tnra, pues aun de los religiosos que· estan entre ellos y los aman y acariciau, huyen y se esconclen 'de ellos como de enemigos mortales; y porque vcamos el temor que les cobraron quiero contar lo que los tlaxcalteca llicieron luego que los de Tecoac se sujetaronal Marques y a la corona real de Espafia, en cuyo uornbre el Marques venia. |