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Show 32 llamado Moises, llcvo sus secretos a otra tierra de promisiou, jamas pronunciaron los sacerdotcs el nombre de J elwva sino en medio del ruido de sonoros instrumento , para que el nombre sagrado no se oyese. A los nahoas los encontramos, pasado su primer cataclismo el .Atoncttittll, instalados ya en la p::trte occident:1l de nuestro territorio norte, extencliendose sobrc toda Ja, costa del mar Bermejo que Ilamamos golfo de Oalifornia, h:1st:1 lo que es hoy Nuevo Mexico, Chihuahua, Zacatecas y Ooalmila. As1lo dcmucstran on perfecta consonancia las ruinas que en esos p::wa(jes existeu, y los dialcctos indi'genas que en ellos se hablan, todos derivados cle la lengua nahoa, si no es uno que otro perteneciente a lenguas primitivas y anteriores. Pero el centro de Ia civilizacion de esa epoca prehi torica de lo · nahoa.s, col6canlo las cr6uicas en el antiguo imperio do Huehttetlapltllctn, que quiere decir Ia antigua ciudacl bermeja, y que sc extendi'a en las regionos que baila el rio Oolorado, bajando por la play[t del ma.r en lo que hoy es cl Estado de Sonora, y {tun por el de Sinaloa, cuya ca.pital cs Ouliacan, la fa.mosa Ouluacan de las tradiciones. El esplendor del cielo en aquollas regiones clebi6 producir, como produjo, una religion astron6mica. El sol clebi6 ser y fue su principal dios. Oreyeronlo uaturalmente, como muchos pueblos de la ::mtigiiedad, el ser sobrenatura.l que los alimentaba y que les daba vida. Llamaron a este dios Tonacatectthtli, que significa expresivamente el seno'r de ntwstra carne. El fue el que cre6 al primer hombre0i- 1Jactli y {L la prim era mujer Oxomoco, que fueron los inventores del calendario, seguu la tradicion. Pero Oipactli, como lo da a en tender su nombre, era algo mas; era la prim era luz de arriba, el primer rayo del sol que cayo sabre la tierraantessumergida en profundas tinieblas; y Oxomoco, segun su etimo- 1og1a, era la misma tierra: y unidos los dos erau el sol y Ia tierra produciendo el tiempo, el dia y la noche, la luz y las tinieblas. Por eso en el gerogllfico del c6dice Vaticano seve a Tonacatectthtli sentado en una silla seiioril, lcvantando la mana y creando a Oipactli en forma extraiia como rayo de luz; y {L Oi1Jactli y {t Oxmnoco cobijados bajo una misma manta, produciendo la, flecha del tiempo, la flecha del Nahtti Ollin, del sol en sus cuatro movimicntos anuales. El sol oomo astro se llama Toncttitth, eli psis de Tonacatecuhtlij al producir el tiempo en SLl carrera aparente Nctlmi Oll-inj y Oipactli como luz, como el primer dia de la creacion, como la primera criatura, como el primer dia del ailo; pero como dios que nos da la luz y que nos alimenta, que es el seU.or de nuestra carne, se llama siempre Tonacatecuhtli. El es tan necesario a ln. vida y dios tan principal, que la humanidad coucluyo con el en las tres epocas cosmogonicas, Atonatitth, El~ecatonatitth y Tletonat- itt1t, y estas epocas se llaman soles. De ahf vino la creencia de los mexi- • 33 canos de que debia destruirse el mundo cuando el sol ya no saliese; y temfanlo al concluir cada uno de sus ciclos de cincuenta y dos aiios; y por eso era el romper en la ultima noche del ciclo, dioses y atavfos, trastos y ropas, como cosa ya inf1til para la vida que se acababa; basta que encendido el fnego nuevo, salfa a la mafian:1 siguiente el astra Tonctt'itth. Adorabanlo los nahoas desde que salla. lleno de luz y de llamas por el Oriente, acompafiado de los guerrcros tigres 11 ocelotl muertos en la guerm, quo en el vivfan, y cuya semejanza tomaba; cernfage deslumbrante sobre el zen it con garras de aguila; y acompafiado de las matronas muertas en su primer alumbramiento, y que tambien vivfa,n en el sol, se precipitaba deotro de la tierra, y se convcrtfa en el Mictlctntecuhtli, en elsefior de los muertos. La figura primera de la lamina primm-a del Apendice, representa al TonacatecuhtU: se ve negro porque esta pintado con el ~1lli sagrado de los sacerdotes y de los dioses, sus adornos son astros, y tiene detras del tocaclo el abanico del dios de los muertos; en ht mauo derecha empnfia en alto un ojo ix·i con una estrclla sobrc el disco tlel mismo sol, lJUe nos da el Oipcwtli, let luz ell} arriba. En la izquierda ticne una mazorca., porque el alimenta y da el sustento a los hombres. Es el dios que nos da Ja lnz y la vida, cl sefior de nuestra carne, el Tonaccttecuhtli. No fue el sol el unico astro que como dcidacl i mportante tu vieron los uahoas. La luna tam bien, astro mistcrioso de Ja noche, dcbio causar honda impresion en el esp1ritu de aquel pueblo poetico y sencillo, e hfzola uno de sus principales dioses, que alla en cl principio de su teogonfa compartio con el Tonati·uh la adoracion de aquellos pueblos. No la tuvieron por ent6nces por deidad tan grande y poclerosa como el sol, que era el sefi.or de nuestra carne, el que daba luz y vida; y se limitaron al imponerle nombre, a expresar por medio de la palabra cual era el aspecto flsico del astro. La luna llena cuando asoma por el Oriente, parcco un grande espejo redondo; su color se mira oscuro y opaco, y no brillante y cleslumbrador como el del sol; y parece como que de si despicle humo y vapores. De ahf nacio que los nahoas nombraran ala luna Te~ccttlipoca, que quiore decir espejo negro que hwnea. En la pl'imera lamina del Tonaldmcttl, el clios Te:zccttlipoca tiene a su diestra el sfmbolo que lo caracteriza, y es un espejo oscuro rodeado de las lengiletas que en la escritnra geroglifica significan popoca 6 humo. Deidacl muy principal de los nahoas fue tam bien la estrella de la tarde, que en la mitologi'a greco-roroana se llama Venus. Oolocado el imperio tlapalteca a orillas del Pacffico, no naci6 su deidad como la Aphrodite jonia de la espuma de los mares; hundfase en ellos, como siguiendo al sol, en los prim eros momentos de la noche; y al mirarse fiotar sobre las aguas, |