OCR Text |
Show CAP1TULO IV. Peregrinncion chicbimeca.-Tribus emigrantes.-Los nonortlca.-Peregrinncion tolteca.-Genealogia real.-A.nales de Cuauhtitlan. Hemos visto c6mo las dos civiliza.ciones del Sur y del Norte, paralelas en su orlgen, se habfan extendido paralelamente, la prime~·a por el Oriente, la segunda por el Poniente, de manera que no se hab1an encontrado. Entre elias estaban los antiguos otomfes, la raza primitiva despedazada por ambas emigraciones. Existian como restos de emigraciones muy antignas, pero por sn mh;ma antigliedad ya con personalidad propia, los tarascos, los mixteca y los zapoteca en el Poniente, los olmeca, los totonaca y los cuexteca en el Oriente. En el centro, en donde debian encontrarse las civilizaciones, y luchar para decidir de su suerte futura, encontramos a. ht raza del Sur con el nom bre de nonoalca. Hacia el aiio ce accttl, 583, principio del ciclo tlapalteca, hubo en los reinos del Norte alguna gran conmocion que conclny6 con aquel vasto imperio, pues en esa epoca vemos emigrar a sus tribus. Los anales de Ouauhtitlan refieren a ese afi.o el viaje de los chichimeca. He aqui: un nombre que causa gran des dificultades. Todas las razas pretenden ser chichimecas y al mismo tiempo toltecas. 1o 06mo comprender, c6mo resolver esta contradiccion 1 Para conseguirlo es preciso distinguir con su nombre propio a cada una de las tribus que van a presentarse a nuestra vista. Llamaremos unicamente chichimeca a la tribu cazadora. Se distingue perfectamente por sus costumbres. No habita chozas ni ciudades, sino las cuevas de los montes. No se viste de algodon 6 de otros tejidos, sino de pieles. No conoce la agricultura, pues vive s6lo de la caza. No tiene mas I'eligion que la adora.cion del sol su padre y de su madre la tierra. Entre ellos no hay altar ni sacerdocio. La ofrenda de la primera, pieza de caza, levantandola al sol y regando con su sangre la tierra, es su unico culto. Los cronistas agregan otra particularidad: que tenian lengua propia. Aquf la 16gica nos obliga a separarnos de la comun opinion. La tradicion nos presenta a los cbichimeca en Xalixco: forman parte de la gran familia meca, como bemos vis to. Si bubiesen tenido lengua propia, habrfan dejado rastro de ella, y tambien lo hubieran dejado en nuestro valle. Siquiera se encontrarfan sefi.ales en sus nombres patronimicos 6 en los de sus 43 pueblos y ciudades; y sucede lo contrario. Ademas, nahoas y chichimeca reclaman un mismo origen. La explicacion me parece sencilla. Ya hemos visto que el contacto de los nahoas con los pueblos antiguos de Xalixco, otomfes 6 tarascos, pues no se encuentran otras tribus en aquel rumbo, form6la tribn chichimeca con dialecto nahoa. En Xalixco no existen mas que dialectos de este idioma. Hemos visto que las tribus fueron varias; y debieron alcanzar diferente civilizacion. Los propiamente chichimeca 6 tla?ni·ntinemia, cazadores, fueron empujados al Snr, ya por otras tribus mas civilizadas que se iban estableciendo en su territorio, ya por sus mismas costumbres que los llevaban de sierra en sierra en pos de abundante caceria; yen fin por la grande conmocion del imperio tla.palteca, que oblig6 a todas las tribus ft mudar de itio. Como habfan recibido de los tlapalteca, aunqne imperfectamente, su lengua, reeibieron ignalmente sus conocimientos mas rudimentales, como es uno de ellos la cnenta de los aiios. Asi es quo anotaron el afio de su salida, que fue ce acatl. Los chichimeca cazadores comenzaron su peregrinacion el afio 271 de nuestra era, y se reunieron en nuestro valle con los chichimeca de Cuauhtitlan, que llegaron empnjados por las convnlsiones del imperio tlapalteca, el afio ce accttl 635, habienclo comenzado su viaje en el afio tam bien ce accttl583. Nada nos dicen los anales del rnmbo de su peregrinacion; pero Ia idea comun de que atravesaron por el Michuacan y Guanajuato, no puede ser aceptada. Ninguna huella etnografica quecla de tal paso; y no es verosfmil que los tarascos dieseu voluntariamente paso a la tribu salvaje. La corriente de lengua nahoa que sale de Xalixco, y siguiendo la costa atraviesa al Sur de tarascos y otomies por los Estados de Guerrero, Morelos y Mexico, para derramarse en nuestro valle rnanifiesta la resistencia que ballaron los emigrantes en los ta- ' ' rascos, y nos indica el camino que siguieron. Tenemos otra prueba irnportante de haber sido este el rumbo de las peregrinaciones. Las tribus que aseguraban haber venido con los chichimeca y los tolteca, estan situadas en ese camino. En el Sur de la Tierra c.-'tliente se ballan los tlabnica, que segun Torquemada fueron de los emigrantes. Despnes encontramos en el Estado de Mexico a los ~ali~alca Y matlatzinca, anotados en los antiguos gerogllficos de la peregrmacwn. AI traspasar ese Estado, vemos ~ los tepaneca ocnpando las lomas que bajan basta la laguna. En los hordes de esta estan los cbalca y los xochimilca. Los ohichimeca marchan basta el pie del Popocateptl y el Ixtacfhuatl, Ingar propicio a sus costumbres. Y todavia otras tribus se extienden por el valle, y llegan basta Ouauhtitlan y Huehuetoca. Ann mas; silos eruigrantes hubiesen pasado por el :M:iohuacan para llegar n.l valle de Tol6can, no |