OCR Text |
Show 198 mo de estas que ellos usan por escobas despues de contados sus pecados en aqt{elJaS pnjaS fbase al templO ala hora que los demaS Se iban {L lavar y sentabase en coclillas dehnte de esta diosa tomaba uua lanceta y pasabase la Iengua de una parte a otra. Dada aquella, lancetada en Ia lengua tomaba la.s pajas y una a una las pasaba por aquella laneetada Y como las iba pasando asi llcnas de sangre las arrojaba delante delidolo conociendo todos los circunstantes que si hecltaba diez pajas que diez pecados habla. cometido si veinte veinte pero no sabian que culpas fuesen y asf confesaban sus culpas delante de los idolos y de los sacerdotes y luego se iban a lavar como los clemas y a comer de la comida dicha. De estos penitentes y confe ·antes lmbia muchos asfllombres como mugeres los sacerdotes en acaband.o que acababan los delincuentes de hacer aquella penitencia Y confesion cogian toclas aquellas pajas sangrientas ibau al fogon divino y quemabanlas alli y con aqnello entendfan quedar limpios y perdonados de sus culpas y pecados con Ia mesma fe que nosotros tenemos de nuestro divino Sacramento de Ja pcnitencia. Esta era la confesiou que estos tenfan y no bocl:tl como algunos han querido dccir lo cual aunque era ceguedad y grande Cl'l'Ol' y ceguedad e ignorancia intolerable demas ue causal' admiracion el engaiio en que el Demonio los tenia son dignas de que no esteu scpultadas en olvido pues no lo estan otras que son dignas de que lo estuvieran y de que la religion cristiana no las leyera pues son mas incitativas a, mal que a bien tomando los que las escriben por escudo de su torpeza que (omnia munda mundis &c.) En muchas cosas se topaban la supersticiosa ley de estos con la de la, religion cristiaua y annque me persuado qne en e ·ta tierra hubo predicador de ella por muchas causas que he hallado que me dan ocasion a lo creer as!, aunque llenos de tanta confusion que no dan lugar a poner cosa determinadamente aunque ya queda dicho de aquel baron penitente ayunador y predicador que llamaban maestro a, el y a sus discipulos que enojado de ellos se habia ido huyendo de la persecusion el y los que le quisieron seguir noes jus to poner cosa afirmativa pues podemos decir a la coincidencia dich<~ que el Demonio los persuadia y ensefiaba hurtando y contrahaciendo el divino culto para ser honrado como aDios por que todo iba mczclado con mil supersticiones y engaiios y todo imperfecto llenas de sangre bnmana hediondas y abominables con forme al que las persuadia· CAPITULO XCV.1 l~ n que. o cuenta Ia relacion tlc Ia Diosa Tztacibuatl que quierc decir la mugcr blauca. La fiesta de Ja Dios<~ que esta ciega gente celebraba e11 nombre de Iztacihuatl, que quierc uecir muger blanca era Ja sierra nevada a la cual demas de tenella por diosa y adoralla portal con su poca capaciuad y mucha rudeza cegueclau y bmtal ignorancia tenianle en las ciudades sus templos y hermitas mny adornadas y reverenciauas donclc tcnfan la estatna de esta Diosa y no solamentc en los templos pero en una cueva que en Ia mesma Sierra habfa. Estaba muy atlomacla y rcverenciada con no menos reverencia que en Ia cindad donde aeudlan con ofrenda,s y sacrificios muy tle ordinario tcnienclo junto a s1 en aquella cueva mucha canticlad de idolillos que cran los que representaban los nombres de los cerros que esta Sierra tenia a la redoncl:1 como contamos del idolo 1lamatlo TlnJoc a la cual fiesta basta remitirnos a causa de que la mesma solemnidad ala letra. que ~e bacia al cerro que alii dijimos la misma puntualmcnte se hacla aca a Ia Sierra nevada y si acaso no nos acordamos por estc nombre Tlaloc acordemonos por el dios de los rayos y lluvias donde acudfan los Senores a ofrecer y asi habiendo contaclo alll tau a ]a larga las ceremonias y ritos que se haclan no bay para que cletenernos en esta :fiesta en Ia referir ni tornalla a contar salvo dire que en la ciude1d de Me~::ico teniau a esta Diosa de palo vcstida de azul, y en ]a cabeza una tiara de papcl blanco pintado de negro: teni'a atras una meclalla de plata de Ia enal salfan unas plumas blancas y negras: de esta medalla salian mnchas tiras de papel pintadas de negro que le cayan a las espaldas. Esta cstatna tenia un rostro de moza con una cabellera de hombre cercenada por Ia frente y por junto a los hombros: tenfa siempre puesta su color en los carrillos: estaba puesta encima de un altar como los demas dentro en una picza pequei.ia aderezacla de mantas galanas y otros ricos aderezos ala cual servian las dignidades del templo con las ceremonias aconstnmbrauas de dia y de no- • 1 Trat. 2?, Lam. 10 (b) |