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Show 30 Los tb.·c[tltcca. Jo .IJicicron cou mucba voJuntad y diligencia y le dieron mucho n(u:ncro de solda.dos y tmnemes pam Jas carga.s y les presentaron 1,a murrer 1)ara u servicio, la. cuales los soldaclos tomaron de muy mucu, ~ . l . t . buena ga.na y YolunLad pam que los irvicscll; doude dwe la liS. ona, que de ·de Lc db, {L donde qniem que Jlcgaban, lc. presentaban india~ mozas y bermosas y bijas de Scfiores para qnc lo . irviesen, lo cual se dwe ~uy 011 particular <le Amecame ::tu, quo salido el Marques de Tlaxcala vmo por cl cn,mino rca,l, que vieuo {L d~tr {t la venta de Oh~lco, donde los .de Amec:1.m 'Cc.tn 1 sa1iorou {t rc ibir, y dem:ls de llevar nco presente de JO-a ue oro y piedra de mucllo valor y mucl.las en cn.ntida.d plumas Y bra~ eletes riqnh;imo y ropa de mantas y lmi1Jiles y naguas muy galamts, le ofrccieron mucba mozas hermosas, mucllacllas clc muy poca edau, todas muy galauas y bien be 'tidas y aderezadas, atadas alas espaldas mu~ ricos pl nmajc · y n la · cabezas todas el cabcllo tendido y en los c~r~·1Uos p'..~ C t<t su color que Ies l.lermoseaba mucl.lo. Los sold~tdos las rembte~on con agi mien to de gracias y les agradccieron cl presente. Muy agrade01do ol Marques se detuvo algunos elias en <tquella provincia de Ohalco, a causa de quo to<lo aqnellos pueblos de la provincia le vinieron a saludar y {t. dar let obedi ucia y :1 oCrcccllc sus ordiuarios presentes, el cnal lo recibf:: t de voluu t~td, ely lo. snyo , cspecic.tlmeute joyas y co as de oro y piedras ricas que le ibm1 ofrecieudo, con que iban cebanrlo el apctito. ll:fonte.:umct, cuando supo que cl :M:;uqncs csta.ba tan cerca de Mexico, cnvio Iuego sns mcusageros al rey de Tetzcoco y al rey de Tlacopan a roga11cs que Iucgo viniescu {t Mexi ·o, pam que todos tres recibiesen a los dioscs quo veJtfan y c 'Laban ya tan cerca de Mexico. ElloE~, viendo ser justa n peti ion, vinieron ala ciudacl d Mexico, los cnales venidos y aposenLa< los en lm; casas reales d ' Monte:mma, s~tlnMmdose los uuos {~ los otros como euLre ellos e uso y costumbr ', Montezuma les empezo {t hablar y {t llorar con ellos en esta forma: podcrosos Seiiores: lo que os quiero cs, despues de que es ju ·to que todos tres recibmnos a los dioses, consol~ trme cou vosotros y salnd<.tros y despe<.lirme de vosotros y consolar vuestros pecllos at ribulados: ya veis cmtn poco hemos gozado de nuestros rciuos y sciiorfos, los cualcs uos dc.·aron nucstros antepasaclos reyes y grandes Sefiores, salienclo de esta vid~t co11 paz y concordia, sin pena ni pcsaclumbre; pcro 1ay desdi cbados de 110 otros! 'que mereci mosT ten que ofendimos a Dios? ~como fne esto~ &do a dondo vi no csta calamidad y zozobra. y este dcsaso iego? iquieu son estos que an venidoT &de donde a.n venidoT tquieu les ensefio aca.? iC6mo no sucediera esto en t iempo de nuestros antepasadosT Elrcmedio que ay es, que os esforceis y animeis {t sufrir lo que os vinicre, pues ya los teuemos a la puerta. :n Los dos reyes empezaron a llorar y el con ellos y cousolandose los unos a los otros y despidiendose y abrasandose con mucl.lo dolor, dice la Lis toria que Montezuma se fue {t ns or{wulos y del~tnte de los dioses hizo y form6 una lamentosa querella contra ellos, quej{tndose de ellos por aberle traido {t t6nnino tan trabajoso, abiendolos servido con el cuidado po~ ib l e y agrallado y procurado el amnento de sn culto y rcvcrencia. Esta Iamentosa ph'Ltica y querella bizo dclantc de los dos reyes y delante de todo el pueblo, con mucbas y abundosas lagrimas, dando a entcnder a todo el pueblo la pena que recibl::t de Ia venida de estas nuevas gentes, pidiencloles {L esos mesrnos dioses so apiadasen de los pobros, de los huerfanos y de las vinda.s, de los niuos y de los viejos y viejas, con otras mucbas peticiones que pidio, ofreciendo sacri:ficios y ofrendas con mucba devocion y lagrimas y sacrific{tudose y sacando la sangre de sus brasos y orejas y de sus espinillas, todo para mostrar su inocencia y lo que de la venida de los espafioles se dolfa. El cual vcnido a su casa se tlespidi6 de sus mugeres y hijos con grandisimo dolor y l{Lgrimas, cucomcndanclo a todos sus privados y mas servidores tuviesen cuenta de ampara11os, ya como hombre que iba a morir y que en realidad tenia y veia la muerte cierta y delante de los ojos. En este medio tiempo e.l Marques del Valle llcgo a Ooyuacan, t donde fue muy bien rccibido y co r! tan t~L soleniclad y aplauso cuanto en ninguna parte habfa sido recibido, don de vino toda la nacjou Tepaneca con todos sus Senor s :1 visftar y salncln.r al Marques y a ofrecelle grandes y ricos presentes de mantas, joyas, plumas, piedras, todo cosa de precio y riqueza y dandole la obecliencia y sugetandose a sn servicio en nombre de su magestad, la cual obedi enci<"L y sugcciou iban quitando a J.lfontezttma y ala nacion rnexicana, volvicndose todos contra ellos y poniendose en favor del Marques, prometieodole ayudar; doncle los tlaxcalteca y tecpaneca y cbalca mostrandose servidorcs de su Magestad avisaron al Marques que no se :fiase de Montez·uma ni de su gente, por que oran traidores y malvados y gente tirana y velicosa, y que al mejor tiempo, cuando los viese mas allegados y amigos y se le mostrasen mas afables, qne entonces se :fiase menos de ellos. El Marques los a.gradeci6 el aviso y rog6 se fuesen algunos con el para la seguridad de su persona, lo cual todos lo hicieron muy bien, dandole gcnte que sirviesa como do guardia, de lo cnal Monte.zwnta y todo~ los mexicanos, viendo que todos ·Se les iban y los dosamparaban y se volvfan ,·ns eon trarios, sen tfan mncho (lolor vi en- 1 Asi on el original; maR <loi.Jo l oo r~o Culhuacan, do conforUJidnu eon In rolncion do Corl,(\~ y cl comnu tlc ]()S hi ~t<lriudorcs. Bcrnnll)iaz dico que cl nutor de Coyoncnn fn6 nno do los que vino {, reCJI.>iriOA. |