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Show 42 y exelencia de Mexico y do su nol>leza: que el dfa de la :fiesta. ~el. Dios Huit::Uopoclltly, interpretada Toxccttl 1 saliesen todos los mas prmmpales Senores al baile con todas sus riquezas, y con ellos todos los valcrosos hombres de Ia ciudad y todos los principales, y que mostmscn la grande ... za de Mexico con sus a.tavfos y arreos, y que diesen con ten to all\:Iarques y a los dem:i~ y lo sirviesen en aquello que pedia (aunquo el servicio fue tan mal pagado y agradccido cuanto adelanto veremos). Estc mandata se dibulg6 par toda Ia ciuclad y se ompozaron a apercibir Y. aderezar tod~s los sefiores y ca.pitanes principales y gcntc ilustre do la mudad para sal1r al arcito del dia sefiala.do de su :fiesta. Llegada Ia cual, sin ninguna sospeclw, de mal, todos salieron a solemnizar {t. su idolo y a mostrar la grandeza de Mexico, como les abia sido encomendado, con todas las mas y mejores riquczas y ad rezos que tenian, don de se j untaron en sn r~ccla y bailo ocho 6 diez mil varoncs ilnstrcs, todos gcntc de sangre y nombradfa; dondc ostando con todo el contento del mnndo bailando, el Marques/ par ordenan~a de Don Pedro de Almrado, mand6 poncr a las cnatro puertas del patio cuarcnta sohlados, diez a cada pucrta, para que par alli ninguno so lcs fneso, y maud6 a otros cHez que se fnesen bacia los que tocaban cl tambor, donde les pa.reci6 que andaba la gente mas ilustrc apciiuscada, y que en llegando matascn al que taiiia cl tarobor y lnego tras el a toclos los circunstantcs; lo cuallos predicadorcs del evangelio de J esucristo, 6 por mejor dccir discipnlos de iniqniuad, sin ninguna tardanza hicieron, cntranclo entre aquellos dcsventurados, dcsnudos en cucros con solamente nna manta de algodon a las carnes, sin tenor en las manos sino rosas y plumas con que bailaban, los mcticron totlos a cuchillo; lo cual como vim·on los demas, acu<licndo a las pncrtas para huir emu mucrtos por los que gurtrdaban las puertas; de suo~'tc que quericudose meter y escomlcr por los aposcnto , buyendo de aqucllos ministros del demonio, no pndicndose esconder de ellos fncrou todos muertos, quodaudo el patio lleno do Ja sangre de aquellos desventurados y de tripas y cabezas cortadas, manos y pies y otros con las entrafias de fum·a, a cuchilladas y estocaclas, quo era ol mayor dolor y compasion que se pudo pensar; especialmente con los dolorosos gcmidos y Jamentaciones que alli en aquel patio se fan, sin podellos favorecor ni ayudar ni rcmediar; y fue tanto el alboroto de Ja ciudad y la vocerfa que se levanM, y tanto el aullido de las mugeres y nifios, que a los montes bacian resonar y a las pie<lras hacian quebrantar de dolor y lastima, 1 Esto es, -"que so celebraba en el mes mcxicano denominado Toxcatl. 2 Ya se ha dicbo que no tnvo participio en esta escena de sangre. Voase la nota de la. pag. 41. 43 viendo ocho 6 cliez mil Senores en quien consistia la uobleza de :M:exico,muertos y hccbos pedazos en el patio d 1 templo, sin aber becho ni cometido cosa que lo mereciese, sino era abelles dado sus bienes y llaciendas y de corner y bebcr todo lo que les era necesa,rio, con tanta abundancia como q ueda referido. Viendo los sacerdotes la crueldad que en los suyos :-;e llacfa y que los espaiioles pugnaban por subir por las gradas del templo, entcndieudo que era para matallos y ecllar el fclolo abajo, pusieronse en dcfensa; y viendo que tres 6 cua,tro espailoles, que uo los quiero aqui nombrar, iban ya subiendo, sacaron una gran biga y ech:1ronla a radar por las gradas abaxo, Ia eual diceu que ator6 en los primm·os escalones y se detuvo que no baj6, lo cual se tuvo par cosa de misterio, y cierto lo fue por que la bonda.d divina no qui so que aquellos que tan gran maldad y crneldad ablan coroetido, so fuesen tam bien con ellos al in.fierno, sino aguardallos a penitencia., si despues la hicieron, por que su inciviliclad fue tanta quo no conociendo aquel bcne.ficio y merced do )ibrallos Dios de un peligro tan grande, subieron arriba y matarou a todos los sacenlotes y pugnaron por echar el idolo abaxo, como lo echaron, sin otras muchas cruelcladcs que alll se cometim ·on; y aun en ella creyeron llacer grau servicio a Dios. En este punto clicen que, oyenclo algunos capitaues los claroores y llantos de las mugeres y niuos y el alboroto y voceria de la Oiudad, que empezaron a referir el romance que dice, mira Neron de tarpeya aRoma c01no se ardia, lloraban ninos y viejo.'~ y el de nada se dolia &c. Lo cual hall6 refel'ido en un tratado, en el cual referfa esta vuelta por la mayor y mas atroz que se cometi6 en esta tierra, par ser cometida contra la flor y nobleza de Mexico, donde murieron tantos y tau ilustres y valerosos varones. Montezwmtt, viendo la traicion que los espailoles abfan cometido y como le abian engailado, empez6 a llor~r amargamente y pidi6 a las guardias que le gnardaban que le matasen, par que los mexicanos erau malvados y vengativos y que ereyendo que el abfa sido en aquolla traicion y cometida por su consejo, le matarfan {L el y :i sus bijos y mugercs, lo cual les pedia con mucllo abinco, 61 y todos los cleroas que estabau presos; y as( como clio pens6 asi fne, por que lnego los mexicanos y los del Tlaltelolco se ooufcderaron y alzaron par Rey al Seiior de Tlaltelolco que se llamaba O~ta~ttemoc, J mozo mancebo d.e hasta diez y ocho afios, sobl'iuo del rey Montez·uma, y conjnr{mdose contra el Je man<laron matar todos sus hijos 1 El P. Duran incidc en un error que contim1a durante todo cl curso do su narracion.-En estas circnustancias no se di6 sncesor a Montczwma. Ouitlahuac, Soiior de Ixtlapalapa, fu6 el quo so pnso 6. Ia cabozo. de Ia insurrcocion, mas solo en calidllCl de gofe militar. Despnes fuo olocto Empcrador. Ell . Durnn lo olvicl6 outcrmncntc, suponiondo Lodos los sucesos bajo ol reinado do Ca1thtemoc, que fne sn sucesor. |