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Show 64 rica y poderosa: Nctluthutitz,in, el pueblo pobre que ausiaba la nueva civilizacion. Fijemonos en el significado de las palabras. Nahuatl, el nahoa, el de Ia raza a qne los tolteca pertenecfan, bace su plural Nanahua, los nahoa,; y agregf\Jndo Ia terminaciou reverencial t~'in, natural en los vencedores, tenemos Nanahwitzin, los senores uahoas, los tolteca, la raza conquistadora. Estos, que vienen de peregl'inar, maltratados y pobres, como llegan las razas couquistadoras, como llegaron los barbaros del Norte al corazon de Europa, He representan por el buboso, y ofrecen espinas de maguey. Como es ht raza que impone el nuevo culto, es la que se arroja uecidida a Ia hoguera, y hcclla sol, recibe por altar la mas alta pil·amide, el Tonat'iuh Itzacual. El otro personaje es Tecuci~tccatl, la personifioaciou de la raza venoida. Tecwnte quiere decir abuelos; cicitin significa a.buelaR; tcoatl es el uombre del llabitante de un pueblo. Nose usa la partlcula revereucial t~'in, pues jamas los honores y las glorias sou para los vencidos. El nombre todo siguifica: el habitante de la tiena de uuestros a.buelos; es decir, los uonoalca de Teotihuacan. Est{m en su ciudad poderosa y rica, y suntuosas son sus ofrendas. Pero no aceptan Ia nueva religion. Tecttci~t6catl etmtro veces se dirige ala hoguera, y otras tantas retrocede: solamente cuaudo ve a Nanahtt<Ztz'in arrojc.trse en ella, cuando los naboas ya han impuesto la nueva religion, es cuando else arroja, cuando <:tcepta la ley nueva: y eso mediante la intervencion de la conquista armada. Estas vacilaciones de Tecucizt6catl, concuerdan con la rnuerte de los viejos dioses pam que camine el cnlto nuevo, con la triple resistencia de X6lotl. Pero los adeptos que no tuvieron Ia primer~ fe, no merecen tantos honores como el pueblo que impuso el culto; y asf Tecuciztecatl no es sol, sino que en luua, se convierte, y por aJt~tr le toea Ia pii·amide mas baja, el Meztli It~£icual. No ::;e encuentra, ni en los Vedas ni en Hesiodo, leyenda mas hermosa, astronomica e histOrica :1 la vez, come el nacimiento del sol y de la luna cnando la muerte de los viejos dioses de Teotihuacan. Gomara y Gama, y con ellos el Sr. Orozco y Berra, cuentan el quinto sol desde la. dedicacion de Ius piramides, que hemos visto que fue en la misma fecll::t de la fundacion de T6llan, en el afw 074; de manera que a lu. toma de Mexico por los espafioles, en 1521, este sol llabrfa tenido de antigiiedad 847 aiio . Este es uno de los pocos puntos hist6ricos en que uo estamos de acuerdo mi maestro el Sr. Orozco y Berra y yo. Semejantes disidencias son raras, aun cuando cada iudividuo vea de diferente manera y bajo diverso aspecto los hechos hist6ricos, porque no solamente nos hemos comunicado siempre nuestras ideas, sino que hemos usado para escribir absolutamente de los mismos materialcs: los libros comunes y de to- 65 dos conocidos, y las cr6nicas raras, obras importantlsimas y manuscritos inestimables de Ia biblioteca del Sr. Fernando Ramirez, que a su muerte pas6 a mi propiedad. Tomense estas disidencias por hijas de mi inexperiencia, y mny rara vez como resultado del capricbo del sabio. Ya hemos vis to que los nahoas, en sus tradiciones cosmogonicas, contaban que el mundo llabfa termina<io en tres epocas que Ilarnan soles, el..Ato' IUttinh en que la bumanidad perecio por agua, el Ehecatonatitth en que acabo por nieves y lluracanes, y el Tletonltti~th en que desapareci6 por el fuego. El quinto sol, que era en el que vivian los mexicanos, debfa terminar segun sus creencias, cuando al fin de uno de sus ciclos de 52 afios, ya no se pudiera encender el fuego nuevo, el sol no volviera. a salir por el horizonte, y las tzitzimine bajasen del cielo a clevorar a los hombres. De mancra que la idea constante en la conclusion de cacla sol, era que una gran cata ·trofe habla. puesto en gran peligro ft la humrtnidad, 6 mas bien ala raza m:thoa. Y se sa be ta.mbien que despues de haber sido los agentes tlestructores de las tres primm·as Gpocas, el agua, el aire y el fuego, sellamo el cuarto Tlaltonctti'ttll, sol de tierra, porque algo que en ella pa.s6 ajeno {t e ·os tres elementos, decidi6 la cuarta catastrofe. El c6dice Vaticano fi,ja en tres pintura.s gerogllficas ]aS tres prilllCI'::tS epocas Y Sll duracion, Y nos maroa claramentc en cada una. cle elias la manem con que perecio ~:L humaniclad. Asi en el Atoncttiuh, la diosa del agn:t, Olwlohitthtlic~te, empuiiando el estandm'tc de Ia lluvia y de la tempestad, ba:ja Hobre la tierra qne est{t innnclada de agua, en la. cual se ve naclar {L los peces, Y en nn ahuehuete que fl.ota, al solo par que de la ca.l::tmiclad se salv6. En el Ehecctto1uttiuh cuatro mtbezas de EMcatl, el uios de los vientos, soplan lm- ramwes en ' toclas direcciones, y Qttet.zctloocttl deja oaer de los cielos lluv1.a de uieve que concluye con la llumanidau, salv{tnclo ·e tan solo otro par en una gmta. En el Tletonal'itth, sale del cr{tter de un volcan el tlios amarillo y vomita fue!To sobre la tierra, en don de llasta las aves perecieron, sal- ' 0 • vandose uoicamente un tercer par en una caverna subterr{mea. St la cnar-ta pintnra representase la conclusion de la cuarta epoca 6 el fin del cuar·to sol, se verif\J en ella a la hnmaniclad perecienuo de nuevo, pues~o que era tau .fija en los nahoas la idea de que cada sol tenia que conclmr con una gran catastrofe, que ann los mexicanos crefan que su quinto sol dcbfa tc~·minar por completo con la vida de la humanidad. Paes bitm, lo contrano se observa en la cnarta pintura citada. La diosa qne baja del cielo, no es ninguna divinidad destructom; es Xochiquetzall-i, la diosa de las alegrfas y de los amores castos, cuyo nombre significa jlor preci~sa. La tierra esta pintada de color rosado, como si de rosas estn viese tap1zada. Br~tan por donde quiera flores y frutos, y la diosa misma al bajar se colnmpm en ra- |