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Show 10() car un sitio m{ts propicio. Emprcndierou nuevamente su peregl'inacion: el rum bolo maroa oLra frtbula: atravcsando el JYiiclmacan, penctraron en el territorio que boy forma I Estauo uc Mexico, y se a.sentaron a no mucllas Ieo·uas ue Toloca11. Para, reconla.r su estn.ncia. en P{ttzcuaro y su separa- o cion do los miclluaca, dccicm, como ya hemos manifcstado anteriormente, que contcntaudoles mucho l£t ln.guw:t, "consultaron los sacerdotes al dios ITuit::Uo1Jochtli, que i no er~L aqnella Ja t ierra que los babfa prometiclo, que fuc e serviclo quedass {t lo monos pobbda dellos: el idolo dellos les responuio cu sncuos que le plazb lo que lc rogaban, que el modo serhL quo touos los que enLra · n :1 bafiarse en una laguna grande que esta en un lugar de alll que so dice P{L%Cuaro, as i homln·es como mujeres, despuc ' UC entrauOS SO di 'S 0 :tVi::>O {L lOS qnc fuera qucdassen, les hurtassen Ia ropa, y sin que lo siuti ssen alr,assen el Real, y assi se hizo; los otrm; que no auvirLieron el engauo con cl gusto de bauarse, quando salieron y se bn.llaron despojados de sus rop:1s, y assi burlados y desamparados ue los otros, qucdam1o muy agnwiat1os, por uegarlos eu totlo mudaron el . vcstiuo y clleugunJe, y ass1 sc difcrencinron de b gente 6 tribu Mexicaua." Pues de la, misma mnncra que cou ln. anterior f{Lbula., qnisieron fijar su cstnncia, en Mnlin a.Ico cou la. siguieute: "Los dc.mas prosiguiendo cou sn H.eal, iba con ellos una mnjer qne sc llamaba hcrmana de su dios IIuitzilojJOchtli, la qnal era tau grande llechicera y main, que era muy perjudicial su compaufa, hazieoclose tcmer con muchos ngravios y pesadumbres que tla.ba. con mil mal::ts mafias que usaba pam dospues hacerse aclorar por Dios. Sufrfanla todos en su congregacion por ser henuana de su itlolo, pero no pudiendo tolerar mas sn desemboltura, los sacerdotes quejaronse a sn Dios, el qual rcspondi6 a uno de olios en sueiios que dije ·se al puel>lo como cstaba muy euojado con aqnella su hermaua por ser tan peijntlicial a su gentc, que no le ha.bfa dado el aquel poder sobre los animales bravos para que SC vcoga.sse, y mataSSO {L )OS que la CllOjao, lll~tndandO a }a vil>01·a, al alacran, a! ciento pies y a Ia araua mort1fera que pique. Por tanto, que pam librarlos de csta afiiccion, por el grande amor que les tenia ma.ndaba que aquclla uoche al primer sueuo, estando ella durmieodo, con todos sus ayos y seuores la dejassen alli y se fuessen secretamente sin quedar quien le pudiesse dar ~·azon de su H.eal y caudillo, y que esta era su volnntad porque su vcnida no fue a enhechizar y encantar las naciones trayendolas a sn servicio por esa vfa, sino por anima y valentia de corazoo y brazos, por el qual modo pen saba engrandecer su uombre, y levantar la naciou mexican a. ha.sta las nubes baziendoles scuores del oro y de la plata, y de todo genero de me tales y de las plumas ricas de diversos colores, y de las piedras de mucho precio y valor, y edificar para si y en sn 107 nombrc c~sas, y temp los de csmcraldas y mbics como sefiores de las piedras precwsas, y cacao que en estn tiena se crl::t., y de las mantas de ricas labores con que se pcnsaba cul>rir, y que a esto b~tbia sido su diclws<t venida, tomando cl trabajo de tmcrlos a cstas partes para d.ades el loscanso Y premio de los t ra.bajus que ba .. ta alii habiau pasa.do, y resta.bau_ Propuso el sacerdot,e Ia pl{ttica al pueblo, y qnedaudo mny agradccid.os y cousolados hizierou lo que el idolo les nmntlaba, deja.ndo allf ala hechieem.--- La hecllicera bermaua de su Dios quando amaneci6, y vi6 Ia burla quo le habian hccho comenzo a lamcntat' y quejarso a su hermano Hnitzilo]Jochtli, y al fin no . abiendo :1 que parte habia eucamiuado su Real, determino queJarsc por allf, y pol>l6 un pueblo que se dice Malinalco, pusieronle cste IJ oml>re porquc lc pobl6 esta Lcchiccra que se dezia Malinctlxochi ... -" He qucrido citar cl tcxto de la cr6nica, porque nos da luz sobre diversos puntos importantcs. Nos fija el itinerario de los azteca y nos muestra su estancia eu Malinalco. Nos ex.presa qnc no pndieron es-' tabl eccrse alli como sefiores, y por eso invcutaron la f{tbu la de Ja lwcllicera, y signieron peregrinanclo. Nos mrtuifiesta cl gobierno exagcradamente teocratico que ten ian, pues obeclecfau cicgameute al sacenlote que se contoutaba con decirles que cl clios le hablaba en sue.ilos. Nos llama la a tencion sobre el fa.natismo de aquclla tribu, que viajaba sin descanso para buscar un lugar propicio a sn uivinidad; pues mieutras las otras tribus caminaron el tiempo necesario para establecerse, la aztcca, en obediencia a su dios, peregrin6 desde cl siglo VI basta principios del XIV, 1 mas de siete siglos! Vemos a esa raza Yalerosa y altiva, no encontrar abrigo en ninguna parte, porqne no podfan vi vir sino como seiiores y amos, souando siemprc con el mayor poder, con la mayor riqueza, con la mayor gloria, para Jlegar a realizar Un dia SU SUCUO Como el imperio mas poderOSO de las viejas razas del Mundo Nuevo. Hay, ademas, en esta lcyencla, una coincideucia rara: los azteca abandonan {t Malinalli, y esta jura vcngarse de ellos. Ya veremos su venganza en Cbapultepec. Y pensamos, tarn bien, . que allado de Cortes, e iustrumeoto poderoso de la ruina del imperio mexicauo, venfa, otra mujer Hamada Malinalli, 6 con la tenuiuacion reverencial, Malfntzin. Penetraron, al fin, los azteca en el valle de Mexico, y los encontramos el afio 908 en una isleta cerca de Oulhuacan, en ellago de Obalco; es decir, a tres leguas clelluga.r que ocupa hoy la ciuclad de Mexico. Asi nos lo manifiesta el gerogHfico de Sigi.ienza; y se consigue la fecha, tomando la de la fundacion de Mexico, y retrocedienclo 52 alios por cada x·itthmolpilli; y esto, con Ja modificacion que veremos despues, nos da el citado auo 908. El cuadrete de este geroglifico, que constituye su principio, yen el Atlas |