OCR Text |
Show 146 de sns mismos enemigos; se fortificaron d.esafiauclo su poder, y cuando fue-. ron destruidos, encontraron abrigo en los pueblos amigos, y odio de sus contrarios que es sefial de grandeza. Asf es que los azteca que vivieron en servidumbre y fundaron despues a Mexico, fueron solamente los prisioneros del rey Ooxcox, y los quo buyeron ala laguna y rcconocieron despues su seiiorio. Para veneer a los azteca en Obapultepec, se neccsit6 nada mcnos que de la alianza do toclos los antiguos reinos de los lagos. Debi6 causar espanto {t aquellos pueblos, especial mente a los que los rodeaban, ~1 establocimiento tan cercano de una raza feroz y guorrem, que llevaba por religion el culto de sangre, y por idea hacer clominar a su dios sobre todos los pueblos. Oomprendese mas esta situacion, en otro relato que sobre el mismo suceso tmen los Anales citados. Dice asi: "cuando los mexicanos llevaban cuarenta y siete aiios de habitar Ohapoltepec, y cuando comenzaban ahacer progresos en las artes y la industria, empczaron a robar las mujeres ajenas y {t sedncir a las doncellas de los pueblos cercanos y {mn distantes, porque se consideraban en es.tndo de reclmzar cualquicra persecucion. Ent6nces se llenaron de envidia y de furor los tepanecas, los de Tlacopan, Atzcapotzalco, Ooyohu{tcan, Oulhuacn.n y sns pueblos adyacentes. 1 Manifestaba, n su odio bajo todos aspectos, y coligados en toclo y por todo, alarmaron a sus conciudadanos pam arrancar de mfz y echar a un enemigo que ya iufundfa temor, y daba indicios de su grande autoridad y poder. Asi 'S que, citados a una gran juut~L y tlespues de largas y detenidas discusiones, convinieron en cogerlos en mcdio. Sin embargo, algunos elias despues determinaron los tcpa,uecas sonsacar a algunos jefes de los de Cbapoltepcc, y de esta man era irlos debllitando. Sabedores de esto los de OnllmaC:' tn, clijeron: "es preciso qne la gnerra se baga con todo 6rden, y este exige "que se les a vise primero, quo sienclo geute extraujera de estos pafses, "salga cuanto antes de Obapoltepcc; y en caso de no hacerlo asi, ya se "peleara con cllos." Se comprometierou los de Colbuacan a ser ellos los primeros que romper1an 6 comenzarian las bostilidacles. .A.sf se hizo; y habiendo ofdo y escuchado con basta,nte calma, los mexicanos la intimacion qu.e les hacfan los colhuas, cont staron que jamas cumplirian lo que se·les prevenfa, que cllos se ponclrian a,l freute de todos los peligros y des· gracias, y que s6lo esperaban que principiasen. Los colhuas pensaron, que cuando hubiesen sacado fnera de Chapoltepec a los hombres para pelear con ellos, los tepanccas se echarla,n sobre bs mnjeres,2 niiios y aucianos, para que muy pronto se verificase la clestruccion de los mexicanos. Asf lo 1 :flstos ornn los pncbloB vocinos {L Ubapnl tepee. 2 Esto esta significado ou el gcrogl!fico uc 'l'ep6chpnn. 147 ejecutaron toclos, cumpliendo a un mismo tiempo sus respectivas comisiones, y clispersando a todas las mujeres. Cnando los de Chapoltepcc volvieron en sf, no encontrando a sus mujeres ni a sus hijas, se rindieron unos, y corrieron para los montes otros; y de esta manera se destruyeron." Asi buscaban los mexica siempre razones diferentes a su propia uerrota, para explicar su ruina y vencimiento. Hasta aqui llemos visto la parte de la leyenda que pudieramos llamar historica; pero naturalmente tenfan aquellos pueblos otra leyenda religiosa, que en el c6dice Ramirez es la siguiente. "Estando desta man era los Mexicanos, rodeados de innumerables gentes, donde nadie les mostraba buena voluntad, aguardando su infortunio; en este tiempo la hechicera. que dejaron desampamda que se llamaba hermana de su dios tenia ya nn hijo llamado OoJJil, de edad. madura, a quien ln. madre habia contado el agravio que Huitzilopochtli le habia hecho de lo qual rcscibi6 gran pena y enojo Oopil, y prometi6 ::~ la madre vengar en quanto pudiese el mal termino que con ella se babia usado, y assi tcniendo noticia Oopil que cl ejcrcito Mexicmw estaba en el cerro cle Olutpultepeo, comenz6 {L discmrir por todas aquellas naciones a que destruyessen y matassen aquclla generacion Mexicana publidLndolos por hombres perniciosos, bclicosos, tiranos, y lle malas y perversas costumbres, que cllos conocia mny bien. Oon esta relacion toda aqnelh geute estaba muy temerosa, e incliguada contm los Mcxicanos, por lo cual se determinaron de matarlos y destruirlos a todos. TeuieDdo ya establccido Oopil sn intento subi6se a un cerrillo que esta junto {l, la laguua de Mexico clonde estan unas fuentes de agua caliente que boy en el dia llamau los Espailoles el Petiol, estanclo alll Oopil atalayando el succeso de su venganza, y pretencion Huitziloptwhtli, muy euojado del caso, llam6 {t sus sacerdotes y dijo que fuessen todos a aqucl Pefiol, don de hallarian al traidor de Gopil, puesto por ceutiuela de su destruccion, Y que lo matassen y trajesseu el corazon: ellos lo pusicron por obra Y hallanclolo descuidado le mataron y sacaron el con'tzon, y present{tndolo a su Dios, nu~nd6 que uno de sus ayos entmsse por la laguna, y lo anojassen en medio de un cailaveral que alii estaba. Y assi fu6 hecho, del qual corazon fincren que naci6 cl tunal dondc despucs se edific6 la ciuclad de Mexico. b 1 . Tambien dicen que luego que fuc muer'to Oopil en aquel Pefiol, en e mis-mo Ingar nascieron aquellas fuentes de agua caliente que alii mana.n, Y ass! las Haman Acopilco que quiere decir lugctr de las agtws de Oopd.]' Iuerto Copil movcdor de las dissenciones no por esso se asseguraron los Mexicctnos, por estar ya infamados y muy odiosos, y nose engafiaron portJUe luecro vinieron ejercitos de los comarcanos co11 mano armada a ellos, corriencro all! basta los Obalcas combatiendolos por todas partes con {tni- • |