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Show 66 Ies empezaron a ·en tender en la conversion y fin para que abfan venido, procurando grandes privilcgios y exenciones, asllos unos como los otros, para conservacion de estos naturales, estorvando grandes crueldades y inumanidades como los espafi.oles hacfan y executaban en ellos, aunque ya las mas estaban heclla · y executadas, pues luego que el Marques ga.u6 a Mexico sali6 {t conquistar las demas provincias y pueblos, que aun no estaban allanados, especialmente el que agora decimos Marquesado, que puesto en arm a· se defendi6 muchos dias, teniendo por caudillo al Seilor de Yacapichtla, el cual era hijo 6 nieto del valeroso Tlacaellel, de quien la histol'ia a hecho larga mencion, as! de el como de sus azafias, de cuya linea son los senores de Yacapichtlan. Estos estaban hechos fuertes en lo pcfi.:Lsco · de Tlayacapan y de Totolapan y Tepoztlan, pero luego que el artillorl::t empez6 {L jugar y a caer indios de los peilascos abaxo, desampararon las fuerzas 1 y se metieron huyendo a los montes; y asl. el Marque , como iba ganando estos pueblos y ciudades, iba hacienda sus repartimieutos a los conquistadores en nombre de S. M. Dfgolo por un cueuto quo me contaron de una muger que iba en el exercito del Marques, que despues fuc muger de Martin Partidor, que saHondo el Marques de Oaxtepec, despues de aber allanado a toda aquella tierra caliente, dicen que aport6 a Ocuiteco donde los indios se dieron de paz y subiendo a un pueblo que se dice Tetetlan, que vieron los indios todos pue tos en hilm·a, a motlo de querer pelear, confiando en el mal sitio en que estaban poblados ello y los de otro pueblo que se dice Veiapau, que entjnnto {Luna gran barranca que divide aquellos dos pueblos, los cnales como el Marques los vido, rnandando apercibil· su gente y ponella !311 6rden, esta muger, por con ejo de algunos del exercito, tom6 un caballo y una Ianza y adarga y fue {t pedir al Marques licencia para salir {t los indios y pro bar el valor de su persona. El Marques concediendoselo pusose en dclantera y picando el ca.ba.llo sali6 coutra lo indios, invocando a voces el nombre de Sa,ntia.go y a ellos, y tras ella empezaron a correr alguuos de los del campo, ala cual, como los indios vieron venir, empezaron a huir y otro {L despeila.rse por las banancas abaxo y tornaron el pueblo, cuyos principales vinieron con las manos oruzadas {L ofrecerse al. Marques, el <mal como vido la valeutia que 1:1 muger abfa hecho, le hizo merced de aqnellos dos pueblos, ponPndoselos en su cabeza en nombre de S. M.; y y asf era eu toclos los clemas pueblos, segnn eutiendo, porque como los espafi. oles audabau tlllos por aca otros por aculla enla conquista, sujetando y purificaudo la tierra, en sujctando uu pueblo lnego le pedian al Mar- 1 Tnl vcz,-"los fucrtcs." 67 ques de merced y se lo daban en encomienda; de don de j~tste vel infu.ste, · sacaban muchos indios e indias y niilos y los berra ban en las caras y los llevaban a vender por esclavos para minas y otros servicios personales, y aun cargaban navios de ellos para fuera de la N. Espana, de los cuales esclavos conoci yo en casa de deudos mios, berrados en la cara con letras que decfan el nornbre de quien los abia vendido; y no eran de diez leguas a la redonda de Mexico, dado que los mas esclavos que {L Ia ciud~d se trafan eran de la provincia de Guatemala y de esas costas apartaclas y remotas de Mexico; y aunqne yo no alcancc el berrar esclavos con bierros calientes en el rostro, como bierran caballos encenauos en corral como agora los encierran en los repartimieutos, empero vilcs ben·ados con el hierro sefialado en los rostros y por intcrcecion de los religiosos los viue despues libertar en tiempo del cristianfsimo Vixorrey Don A~tonio de Mendoza. En este tiernpo fne el Marques a las Higueras, que diccu, y llcv6 consigo mucbos principales de Mexico y de tezcuco y de los tepaneca y xuchirnilca y chalca, finalmente de toda la tiena, y entre ellos el [tnimoso y valeroso Rey de Mexico Cuauhtemoctzin, solo con iutento de qne no quedase en la ciudad y comctiese alguna traicion, viendo la ciudacl con tan poca gente; y parece que a pocas jomadas clespues que sali6 de Mexico le acnmularon que querfa cometer traicion a los espafioles y procuraba hacellos matar, y levantandose contra el algnuos testigos le mand6 aborCc'tr y asf feneci6 el gmn Ottatthtmnoc ahorcado, el cual rein6 en Mexico tres 6 cuatro af10s; y porque no fuese solo al otro mundo, todos cuantos senores y principales sac6 el Marques de toda la provincia mexicana, en a.chaque de co quistadores, todos quedaron por alla rnnertos, unos de su mum·te otros contra su voluntad allorcados 6 aperreados y DE otras muertes semejantes, aunque tambicn aborc6 por alla algunos espafioles que se quisieron alzar con cl D<tvfo y matar al Marques. Vuelto el arques de esta entrada, la religion cristiana empez6 acrecer, la cual tomaron l.os indios con t:mto amo1· y voluntad que con muclla facilidad, a la predicacion de los religioso::s, dexrtban y menospreci:.tban los fdolos y los quebraban y escarnecfan y los pisaban y dcni vaban los Oues en que estaban, y se volvian ,1, Dios y creian en la fee verdadera de un solo Dios, pidiendo el bautismo cou grancllsimo cognato.y ferbor, que era cosa de espanto ver los millones de indios que se venf:m {t bautizar y a desecbar sus errores y ceguedad en que estaban, {t cuyo miuisterio, no con menos ancia y fcrbor acudieron los PP. de la 6rden de San Agustin, doce afios despues de gauada la tierra; los cuales metienclo las manos en la divina obra y masa, con vida y exemplo, empezaron a convertir {t es- |