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Show 142 pultepec, iodicn,u que salieron de n,quel punto sus babitantes a hacer guena a los n,zteca que morabau en este. En la misma historin, de T'epechpau, se ve en segaicb el gerogHfico de Atzcaputzalco que, como quiere deoir su nombre, c un llonniguero, y se repite el grnpo del soldado a.rmado que lleva un prisionero, que n,qui es mujer. A coutiuuaoion esta Ia batalla dada en Ohapultepcc, la derrota de los azteca expresada con el incendio de su templo; la servidumbre de la tribu, pnes se ve a Tenoch llevando el qui1nilli del tributo a Ooxcox rey de Oullnutcan; el confinamieoto de los vencidos {1 Acocolco, cuyo gerogH:fico aM csta pintaclo, y Ia muerte en la refti ga del rey IIuitziHhuitl y de Ia reina. Xocbfpan, de la cual no hablan las cr6oicas. El esta.r j nntos e tos hechos en el geroglffico, hace compreoder que fue una sola gncrra eu que varios pueblo alia.dos veocieron a los azteca. La estttncia de estos en Obapultepec, supuestos los a,ntecedentes, tenia quo ser muy corta en paz, y en efecto, solo fue de cuatro a.lios, segnu cxpresa cl mapa uo Sigtieuza. Si en las otras pinturas la estancia aparece mayor, dcpende de quo sabfan que tan infa.usto suceso aca.eci6 el a.iio que comenzaban un nuevo ciclo; y como la cronologfa moderna ponfa el xiulmwlpilli en cl ai1o ome dcatl, tuvieron que extender la estancia Cll Ollapultepec basta esa epoca. Esto nos aclara tn,mbien Ia verdadera causa del desastrc. Ya hemos visto que en la .fiesta del fuego nuevo, hacfan guerra los azteca para apresar victimas que ofrecer a su dios: tanto en la tira del Mu eo como en el c6dicc do Mr. Aubin, se observa al principio de cada ciclo cl sfmbolo de h1 guerra. Lleg6 el nuevo ciclo en la estancia de Obapultcpec; los azteca habfan permaneciclo en el cuatro alios, si no amados, temidos por su valor y porque hablau convertido el cerro en terrible forta,leza; pero en la fi.esta del fuego nuevo salieron a apresal' vfctimas que sa01·ificar {t su <lios, y los pueblos comarcauos indignados y temerosos por el porvenir, hioicron a.lianza y <lieron sobre ellos destmyeudolos y roducit~ndolos :l la servidumbre. Los rciuos aliados fu01·on Oulbuaca. n, Atzcaputzalco y Xalt6can: cada uno bizo sus cautivos, y sin dnda los tep::mcca tomaron do preferencia a. las mnjeres: el botin pl'iucipal toc6 a los de Oulhua.can, pues en Ia tim del Museo lc presentau alrey Ooxcox, como prisioneros, alrey Huitzilfhuitl y a.la. reioa, que a.lli se lla.ma Obimalax6cllitl, lo que prueba que fueron muertos despues de presos; y que la mayor parte de ia tribu qued6 en servidum bre de los culhua, se comprende porque eu Ia. lli tol'ia de T pechpan csta 11enocll presentando el tributo, I ues {L hL mue.t'te dclrey lluitzilfhuitl, recobr6 el supremo podor sacerdotal. V ca.mos lo que el geroglffico de Sigiienza consign a respccto {1 esa. guerra. Si so observan las quince figurn,s de las primeras tribus emigrantes, habrerno ' observado qne los tolteca. babfau pereciclo, y que los 143 huitzilteca se habfan scpamdo para establccorso en Ouauhmatla. De los otros jefes vernos hel'idos, pero Yivos, a Allu<ixotl y {L Axayacatl. Divide la pintura en tres partes uifcrentes la batalla. Algunos aztcca huyeron bacia T1atelulco, pero fueron destruidos, Io que se expresa por un cuerpo de llombre destrozado, junto al cual est{t un veuado destrozado tambieu, sfmbolo dellugar de la refriega, segun el Sr. Ramfrez, y que por lo tanto debe haberse Ilamado Mazatlan 6 Mazatlactli. Otra parte fue conducida, {t Oulhuacan, y en esa dircccion van los heridos citados. Fueron muertos alll, el rey HuitziHlluitl y Xocllfpau, y adcmas los jefes de las prim eras familias emigrantes Totototl y Matlatl: hay entre los muertos un nuevo personaJ·e, cuyo gerogHfico parece significar Tepuztecatl. La, ultima parte se refugi6 entre las cai1a.s de la laguna, sicnclo sus jofes Acacitli, OuaUhpan y Atezcatl; pero reconocieron cl dominio de Oulhuacan como los otros pril::lioneros, pues sc vc {t Acacitli y Ouauhpn,n lleva,ndo ofrendas 6 tributos al rey Ooxcox. En la tira dell\fuseo se ve a los vcncidos, hombres y rnujeres, entre el agua y roden,clos de ca.iias, cubiertos los cuerpos con miserables capas de tules, Horan do su desgracia en Acocolco. De ahf, Ia direccion de Ia huella del pie, maroa que a los dos alios fneron llevados a Oontitlan, que se represcnta por una olla con agua. Los mexica, en su excesivo orgullo, debfan oomentar de diversa manera un suoeso tan desastroso para ellos, y aun atribuirlo a fftbulas y ala intervencion de deidades enemigas. Asf, relata Torquemada, que viendose los azteca tan perseguidos de los de Xalt6cau, "determinaron de buscar lugn,r, que el mismo, con poco tralmjo de cllos, los dcfcndiese, el qual, hallaron dentro de la Laguna, entre Oarri~ales, y Espadafias, y asf lo eligieron; porque con las continuas Guenas, que los Enemigos les hacian, no soln,mente los iban cousumiendo; pero los que qnedaban, se lmllaron tan Pobres, y desarrapados, que ya no solo no ballaban Manta,s de N equen, que ponerse; pero ni cuero de Venado, con que cubrirse; por cuia causa vestbn de hojas, y raices de vna Yerva, que se cria en la Laguna, Hamada Amoxtli. Metidos en este Lugar tan estreoho, y chico, consideraban su afliccion, y ma.la ventura, y llomba.n su apretada y estrecha suerte. Y en esta vida pasaqm cinquonta y dos Alios, sin otros diez y siete, que haviari estado en el Sitio de Ohapnltepcc.-A cabo <le este tiempo ( segun dicen a.lgunos) vino {t enos vn Oapitan Oulhua, de la Oiudad de Oulhuacan, r..~egua y media, 6 dos Leguas de este mismo sitio de Acocolco, y ha· blando con pa,labras dulces, y amorosa.s, les dijo: Que se fuesen a su Pueblo, que alllles daria Sitio, en que morasen, y Tierras dondc se estendiesen, y viviesen contentos. Era este ofrecimieuto con grande cautela, y fraude, que no pretendia mas de vcrlos fuem de aqnel fortaleoido Lugar, para DURAN.-'£OM. It.-AP . 19 |