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Show 1Q4 de los que le llachtn s ns fleclms, otro de los que le bacian.,sus arcos, dos 6 tres montero , algnno · de aquellos medicos que le cumban y no le pudicron saua.r, uno de aquello que le decian novelas, nu chocarrero, un tabcrncro, que entre todo, serhm mas de cua,reuta, y ataviabaulos y compon1a. nlos {L todos y dabanl•s mantas blancas, y llevaba.n toclos estot; consigo todo aqnello de sus oficios de qne servian a.l cazouci muerto; y llevaba. asimismo un b~tila.dor y un taiicdor de sus atabales, y uu carpiutero ctc sus at:11n bores, y qnerian ir otros sus criados y no les deja ban ir, deci: tn qnc uabian coruido su pan, y que quiza no los tmtctria como el el sei\ or qn > lmbi:t do SOL l>onf::Lnsc todos guimaldas en la C~'\.boza de treboJ, y amarilh'tbansc las ca.ras y ilmn t:Lfwnuo dclante unos huesos de caimanes, otros una.s tortugas, y tom(tuaule eu los bombros solo los sefwres y sus hijo~, y vcnian todos sus pa.rciales del apellido ue lwncani y zacapuhiri8 y bcmacea. ___ Iban dcla.nto toda aqnella geute qne llevaba consigo para, matar. ___ y ansi le llevab::tn ha.sta el patio de los qnes grandes, donde ya !Jabh1.n puesto una gran hacina de lelia seca, concerta.da. una sobre otra, de raJas de pi no, y Mtb~wle cuatro vueltas alderredor de aquel Iugar doude Je lmbian de qnemar, tafiemlo sus trompetas, y despues ponfa nle cncima de :-tquella leiia, a.si como le traian y toroaban aquellos sus pari cutes {L can tar su can tar, y ponian fuego alderredor, y ardia toda aquella leiia, y luego achozaban con porras toda aquella gente que los habfan embonachado pl'imet·o. _. _, Tales ceremonias, tail ajenas del espfritu de Ia religion nahoa, son enteramente semejantes a las mexicanas, y acusan qne estas sc derivaron de aqnellas. Si siguieramos examinaotlo las costumbres religiosas de los tarascos, encontrarhtmos en elias el orfgen de muchas de los mexiea: basteuos notar que asf como el cazonci no se creia rey sino teuiente del dios Ou?·icctberi, los emperadores de 'Mexico siempre se llamaron teuicntes de Quetzalcoatl. En fin, no solamente sus sacrificios de hombres fum·on iguales U.los tarascos, sino que de ellos tomaronla f:.1.mosa com union que algunos cronistas han qucrido del'ivar del cristianismo, como se ve cuando mataron {L Nacan y lo <.lieron a comer, pues dice expresamente ]a cruuica: "Tiene esta gente costumbre cnamlo sacrificau alguno, de partille 1~or las casas ue los papas, y alli bacian Ia salva {t los dioses y eomian aqucll~ t came los sacerdotes." Queua,ba en los tarascos algun recuerdo de 1<1 primitiva religion nahoa, y asi uno de sus dioses era Uredecuctveuara, dios uellucero; pero las creeucias, el culto y los mismos dioses babfan cambiaclo de una manem absoluta, no falta.ndo la adoracion de los ani males. 'l'euf::tn por dios, entre otros, al colibrf, y de sn nombre hab1an hecbo el de la cinda.cl Tziutzuntzan, no- 105 table metropoli tarasca. El dios se llarnaba Tzint~uni, y Lanea dice que es el mismo Huit~ilO]JochtU, cuyo culto irnpusieron los azteca en el 'Michuacan. A mf se n1e a.ntoja que clebi6 ser al reves, pues cliffcil serfa que los pocos y percgrinos, impusieran su dios al vasto imperio en qne por algun t iempo mornron. El clios de los azteca era llfexi, tenfan un dios pla.nta, y al llegar al Michuican se eucontnLron con Tzintztmi, dios pajnro, que tenfa un culto sangricnto y era el scilor de la. guerra, pues se tenfa Ia erecncin de que los gucrreros se convcrtfan en colibrfcs en la region del sol; los valerosos azteca aceptaron al nuevo dios e llicicrou uno de el y de Mexi; de la palabra. tzitztmi llicicron la azteca lmit~idlin; y tomanclo por gufa a.lnnevo dios, dccfan que los ltabfa conducido en su via.jc IIuitzilopoohtli. La. etimologfr. de esta pa.la.lH·a lla. dado mncho que hacer i los cronistas: deja.ndo n.pn.rte las divcrsas opiuioncs, yo le encnentro una traduccion sencilla y clara; lmitzi.;flin es cl eolibrl, cl <lios ta.rasco; opochtli, quiere decir sin iestro, y si niestro cs como tenible y ll'tgnbro, sobre toclo, traMnclose de un culto gucrrero y s:tngniua.rio: a.. f, IIuitzilopochtli sigoiftca colibr1 sio iestro. Naturalmentc ln. leyencla fonn6 una hi 'toria p<~ra el uuevo clios, llistoria que se fue moclifican <1 o, segun veremos. Oomo la imigcu del dios tarasco se hacfa de plumas de colibri, yen Jn. form:teiou de tales mosaicos de plnma es auu mny diestra la geute de l\1ichuacau, inventaron que ]a, madre de HuitzilopoctU, barriendo un dia el templo, vi6 que iba rodando un ovillo de plum~ts, Io cogi6, y se lo puso dcbnjo del ceiiidor sobre el vientr(', de lo que resulto en cinta, danclo a luz {L los nuevo meses al clios, quien na.ci6 con una rodcla en Ja ma.uo izquiercla, y co la dcrccha uu dardo 0 vara azul con el rostro espa.utoso y rayarlo c.omo su cuerpo, Y en 1~ frente un pcn;cho de plumas verdes. La madre se llamn.ba. Ooatlicue . 6 enagua. de culebras, y es Ja dios~t cuyo magnifico it..lolo se ve. en el me<l10 del patio del l\1nseo; y cl templo en que servfa estaba en la s terr~ de C~atepec, cerro de la culebra. Estos nombres, lo mismo que el J el d10s Tztntznni nos manifiesta una religion de animalcs entre los tarascos. Po~emos, pues, clecir, que los azteca, clespues de su estancia on ell\1icbuacan, llabfan mezclado a la religion nahoa el culto bar~aro de ~o~ ta:mscos y que Jlevaban ya al sanguinaria clios l:Iwitdlopochth. Pam cl1bn,n a pere~rinar, para el iban {t buscar asiento de nna ciudad podorosa; s6lo para el debfa vi vir en lo de adela.nte Ia nn.cionalidat1 azteca. Asf cuenta la cr6nica, que su dios, no sn.tisfecho del luga.r que ba~itaban en la laguna. de PMzcuaro, les manc16 seguir su viaJe. Oomprencl1a~ los a.zteca el. destino que t en fan reservaclo en lo porvenir, y por eso, s1empre que Yl vfan en Ia servidumbre 6 en la clependencia, su dios dispon1a que fuesen {L bus- |