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Show 36 fijos y mas continuados, y prestaronse a ello admirablemente los movimientos aparentes de la luna, pues como alum bra en su creciente 13 dias y otros tantos en su mengnante, desapareoiendo los restantes del mes en Ja luz del sol; dividieron los 260 dias del aiio en 20 semanas de a 13 elias, y aunquc dcja.ron los 20 elias primitives del mes, la numeracion corri6 en ellos nada mas dell al13, y asi se ve en el Tonalamatl. Esto me hace sospecbar algo que los periodos de 13 ciclos de que nos habla la cr6nica, pudieran referirse {t periodos de 13 meses 6 260 dias, que es el tiempo en que se veri.fican las luchas simb6licas de Tezca.tlipoca y de Quetzctlcoatl, que paso a explicar. Esta luella fingida, que en lo futuro debfa decidir por complete de la suerte de los pueblos n:tboas, naci6 de las diversas posiciones en que ve1an a }a luna y a la estrella de la tarde aquellos pueblos habitantes de ]a costa del Pacifico. Empezaban a con tar su ailo cuando comenzaba a salir la estrella de la mafiana por el Oriente; y alllegar el dia de la luna llena, mientras aquella se levantaba esplcndentc sobre la montafia al acabar la noche, csta se hundfa entre las olas del Oceano; y por eso decfan que despues de que Tezcatlipocct domin6 13 periodos 6 260 elias, Quetzalcoatlle cli6 con un palo y lo derrib6 en el agua. Ent6nces fne sol Quetzalcoatl, porque durante otros 13 periodos brilla como cstrella de la manana; pero al cabo de 260 elias se conYiertc en estrella de la tarde, y ent6nces al salir la luna llena por el Oriente se bun de la estrclla en los mares, y a su turno Tezoatli- 110Ca vence a Quetzalcocttl. La importancia de esta leyenda, puramente astron6mica en su principio, es tal, que veremos c6mo ella viene a resolver constantemente de Ja suerte de la raza basta Ja destruccion del imperio mexicano. Por toclo lo expuesto, poclemos asentar que Ia religion primitiva de los nahoas fue esencialmente astron6roica, y que sus principales deidades fueron Toncteateouhtli, Te.ccatlipocct y Qtcetzalcoatl, 6 sean el sol, la luna y la estrella de la tarde. ~Pero esa raza conoci6la existencia de un solo Dios, como lo ban pretendido algunos his tori adores t El Ornetecuhtli pudiera hacemoslo creer. Fray Bartolome de las Casas, en su Historia Apologetica, capitulo 121, asegura que "en much as partes de Ja Tierra Firme "tenian cognoscimiento particular del verdadero Dios, teniendo creencia "que babfa criado el mundo, y era Senor del, y lo gobernaba, y a el acu" dian con sus sacrificios, y culto y veneracion, y con sus necesidades ... "asi lo han hallado y entendido los rcligiosos, y tienen noticia de haber "sido lo mismo en la Nueva Espana." Natmal fne que los pueblos naboas, en el trascurso de los muchos siglos que corrieron desde que tuvieron sus primm·as ideas religiosas basta 37 que alcanzaron su mayor prosperidad, llegaran a comprender que el sol, la luna y la estrella de tarde que tcnf~m por dioses principales, debian su ser a una causa superior, y ninguno de ellos era ni podia ser el creador. Que los antiguos tlapaltcca llegamn a altisima civilizacion, bien nos lo muestran, ya no s6lo las grandiosas ruinas que nos dejamn, sino su curioso sistema aritmetico, la admirable combinacion de su calendario, y Ja perfeccion de su lengua, con la cual sabfan cxpresar las ideas mas abstractas y mas elevadas. Oomprendierou la, inmortalidad del alma; establecieron premios y castigos para los h~mbres despues de su mucrte, y naturalmente buscaron la existencia de una causa superior. Pcro hay que advertir, y esta es particularidad especial de la tcogonia nahoa, que no pudieron entender que un ser solo y a~soluto fnera creador. Vefan que en Ia naturaleza se necesitaba siempre un par para la reproduccion, e inventaron su creador par, el Ometecuhtli, que quiere clecir el seiior dos; y le dicron por moracla el mas alto de los cielos, el Orney6can: que quiere decir ellugar clos. Se ve, pues, que no fne perfecta Ia idea que tuvieron de un creador los nahoa, s. Hay mas: en realiclad no hicieron otra. cosa que espiritualizar y hacer invisible al sol. Hicieron al Ontetecuhtli creaclor del Tonacatecuhtli; pero le dieron sus mismos atributos, lo pintaron con iguales insignias; y lo dejaron casi sin mision en el treceno cielo. La idea verdaclera de un Dios, excluye a los demas dioses; y los nahoas, en ningun momento de su historia, abandonaron a sus principales cleidades, Tonacatectthtli, TezcatlilJOC( t y Quetzalcoatl. El mismo Netzabualc6yotl, que alcanz6 ideas tan elevaclas, y de quien se dice que comprendi6la existencia de un Ser supre~ mo, se arrodillaba ante el sol, y hacia que sus sacerclotes levantamn a el misteriosas plegarias con laminas de oro. Asf es que debemos decir, que los nahoas en el apogeo de su civilizacion, entrevieronla idea de un Dios creador; pero su idea no fue perfecta, y s6lo tuvieron al sefior dos, al Ometecuhtli. Esto es 16gico: la humanidad ha salido elf\ la ignorancia y de la impotencia, y no salva de un paso los abismos de lo infinite. Al mismo tiempo que la civilizacion nahoa se desarrollaba en el Norte, creofa en el Sur la c.ivilizaciou qne llamaremos palencana. Esta conservaba huellas de su primer orfgen. Repitamos que la raza primitiva del pais era monosilabica: a ella pertcnecfan los otomfes. En el Norte fueron invadidos por los nahoas; en el Sur, recordaban las tradiciones mayas que habfa habido por el Oriente una gran bajctda. & Tuvo esta gmn bajada relacion con alguna emigracion del Africa f No tengo datos para resol~ verlo. En la mitologia greco-romana, Mercurio, el dios del comercio, es hijo de Atlas y de Maia. El Sr. Orozco ha encontrado en nuestras antigUedades el tcttt egipcio. Varios idolos tienen el caracter. La religion de |