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Show 44 y mugeres, lo cnal se puso por obra, aunque algunos, teniendo lastima de ellos, escondieron algunos de el s y los sacaron de la ciudatl ocultamente y los llevaron :1 otros pueblos fncm. de la, ciudad, donde estuvieron escondidos basta que la tierra se quicto y soseg6; pero el nuevo rey dolh~ndose de la muerte de sus dendos y parientes que entre aqnellos abi'an muerto, mand6 poner en a.rma. toda la ciudn.d y ccrca.r las casas en que los espa: iioles estaba.n, ln.s cualcs fu01·on ccrcadas con tanta multitud de i'ndios y tanta la baterfa., quo los dabau cou piedras y varas arrojadizas y flechas, quo demas de no dexallo asomar a las pnertas ni azotoas, enchian los patios de las casas de piedras rollizas que con las hondas arrojalmn, que deshacian las parcdcs {t pedrada , y j unta.mente cnchfan los patios de varas y ficchas, y eran tanta:s las lum breras y camlclatla que de noche hac fan, que casi. estaba. todo aquello como de dfa claro, de suerte quo ni ann reposar ni dormir no los dexa.ba.n, ~tbiemlolcs quitado todos los bastimentos; do su01'tc que so vim·on on tanto aprioto y afiicion quo yale pe.·aba al Marques y {t todos los dem{ts de aber tornado tan mal consejo. No do cuid{tndo e Cuauhtcmot~'in de proveer en 1a gnarda de su ciudad, detcrmiuamlo do que los spafi.oles mnrieson, mando apercibir todos los pu blos do sujurisdiccion cspecialmente aquellos que aun no conocfan ui. ahfan visto al Marques ni :1 su gcnte, como es la cordillera do 'renyua,ca 1 Onn.uhtitlan, Tula y Tola.ntzinco y toda. 1a provincia. do Xilotepcc, con t;odn. la Ouanbtlalpan y pueblos de los Otomies y todn. la provincia. matlatzinca y otros mucuos pueblos de la provincia de Tetz.coco, {t, los cuales mand6 apercibir y que estnvioscn a punta cuando fucsen 11n.matlo ; y asf fue tanta. la gentc que acndi6, qne si Dios con su miscriconli~t 110 proveyera y soconiera {t los que allf con ligrimas le llamn.ban, ninguno qhedara en vida, porque ya era tautn. ln. necesiclad en que cstaban, as1 de bastimentos como de espcrn.u:;:m, de socorro, qno ya. casi como gentc que veia la mucrte al ojo, ~bia entre cllos muchos diversos pareceres de salir y morir pelcando, porque la. hnida om imposible, i causa de que la. ciudad toda era aceqnias y tle casa {t easa nna puente muy angosta, y las acequias bondables, tlA sum·te quo de los caballos no se podfa.n aprovcchn.r; aun los de a pie con mucho riesgo do sus vidas y probando :1 qucrer m~lCbas veeP-s salir, era tanta la piedrn. que cn.rga.ba y fisgas y vn.ras arrojauizas, que los· hacfan volver mas que de paso, a can a de que la vara 6 fisga que acertaba no podfa salir sino era por la, otra parte, por causa de las lengiietas y arpones que en las puntas tenian y asf mucbos mny mal beridos de elias se vieron en mucho pcligro. 1 Probnblemente.-" Tcnayucnn." 45 En estos dias quo los espafioles se vieron tan afligidos, que no osa.ban salir, vienclo Cuauhtemotz·in/ nuevo rey de Mexico, que los espaiioles no qnerian salir de aquellos aposentos y que estaban fum·tcs, qne no les podfan cntrar a causa de la arLillerfa que t~nfan asestada a las puertas de Jas casas reales dondc estaban, mando llamar a todos los vi jos de las proviucias y cucanta.dores y hcchiceros para que los asombrasen y Jes mostrasen alguoas visiones de nocbo y los asombrasen pam que alll mmiescn de espa.nto; los cua.les vcnid.os, les fne mandado coil totlo rigor; y asi ca.da nocl10 procurn.ban mostralles visi.ones y cosas quo ponfau cspanto: una vez vein.u cabezas de hombres sal tan do por el patio, otras voces veian andar un pic solo con su muslo, otras veccs rodar cuf\rpos mum'to , otras veces veian y obn aullidos y gemid.os, tlc suerte que ya 110 lo poclian sufrir; las cuales visione., antes que esta. histol'ia me lo deelarase, me lo conto un conquistallor reli rrioso, cspn.utand.ose de las visiooes que e nt01~ces vieron 2 no sabioudo cl m istel'io de donde abian proccdiLlo. l?a,tigados, pues, los espaiiolcs con t.n.ntos trabajos y aii.icion es, uo sa.bieudo que medio se tomar especial mente quo ellVIarqncs que en na,cJa se dcterminaba a.guardamlo tiempo y coytmtura, anim{mdoles y cli'l.ucloles grand.es espentnzas de su socorro, encomend{tndose a une::;tra Seiiora. de los Remedios, qnc ella lc rcmcdiase. Teniendo en ella totln. su esperanza del remedio, dcterminu uu db tie sacar {t ffiontezurna en ptlulico pant que mand.ase y roga.se {L los mcxicanos que se n.placascn y dexascn de maltratallos, y asi fuo quo estando los mexicanos <lando bra.vfsima batcria., que casi qucrfan denivar la casa a pedradas, ellVIarques y otro de los suyos, el uno cou mm adarga cubierto y el otro con mm rodela de n.cero con que se defendfa.n do las piedras y varas, subieron <t J.lfontcznrnct a una azotea de la casa, que caia l.J{tcia cl lugar donde los indios daban la bateria, y llev{mclolo asi cnbicrto lo llcvaron n.l prctil de la azotea y hacienda el bucn Monte~wma scuas coula mano que cesasen de bocear, que les querla b~tblar, calln.ron por un poco y cesaron de ba.tir la casa y apartando la adarga. y rodela con qne lc tenfan oubierto, les rog6 a voces que dexasen de hacor mal a los espaiioles y que el Jes maudaba qne no les bi.ciesen mal. Los capitanes que estabau en tlclantcra le empczaron a clenostar cou palabras muy fea.s, diciendole qne em muger d.e los espafioles y que como tal se abfa coufedern.do y concerta.do con ellos para a hellos mumto, como los matarou a sus grandes Sciiores y valientes hombres y que ya no le cono- 1 L61lo,se Cuitlalmac. Y <lase In nota anterior. 2 Estn creduliund de los europeos indulta la de los mex.ionnos. |