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Show 38 en cstc apo~cuto 1:1 mayor riqu za que jamas so llabia visto, de lo cual lo espaiioles, sp::wtados y admirados, dier·on notioia al Marques y llevaronle los platos tie oro para que viese la muclla riqueza que abfa, y acnrlientlo a vcr el aposento y vientlo tanta hermosura y belleza y que ya tenfa, n lo que desen,ban man do que, ·o pena ue la vida, uiuguno osase llegar ' . a ello y q~1e luego ~o taphtsc el aposento como estaba y se pusteson gu~r-d: ts que lo gmtrdaseu eu uombre de sn Magestad, pues tenb alH lo meJor y b parte de SUS quintos;1 y asi SO pusieron guardas Y Se torno a CCITat• In, piez~t como e ·tab~t para que nadie fuese o atlo {t. llegar a ello. Pcro los cspafioles, audanclo con la mesma llambre que ann con tener aquello [tlll no c les amataba, uo dexaban rincon ni camara que no an< labn,n y buscabau y tmstornalJau, y asi fucr·on a dar COn Ull aposento, muy s 'Creto apn,rtado, donde estaban la · mugeres de Mo'nte;~tma, con sus damas y ama · que las serviau y miraban por elias, las cuales se abian recogido ou aqnel aposcuto y retmimionto de tern or y miedo de lo · espafioles; aunque algunos diceu que uo craH sino las mozas recogidas de los tcmplo , quo como monjas estauau en ellos cumpliouclo sns votos debaxo del maudado de aquell,ts muas, que como abadesas las teni~tu en obcdiencia · las onales ·c abi'an escondido en aquolla casa y aposento, de temor ' J)Ol' uo s r violada · ni maltratadas de los espafiolc ·, que ya daba.n seiial y n:mcstra. de sn poca coutinencia; y a,si: he oi:do decir, aunque 110 lo hallo eu esta bistoria, q ne .1lfonte;umct, y los demai; Soii.orcs de la provincia, prometiau al Marques y a los dcm{ts que les dm·ian gran suma de riquezas porquc so volviesen {t su tiena, tanto, que le chtban tanto tesoro cuauto un uavio pudic e llevar por l:t trc; pcro el bneu Dou Hern:tndo Oortes, corno todo su in ten to fue la ·alvaeion de las animas, como verdadero cl'istiano y el de todos los dem:ts, mcnospreciarou tollo cuanto interes se le~ ofrecfa por eus:tlzar la fe de Ori toy convertir a esta gento barbara, qne ta,n cicga cstaua cou us idolatrbs, y tambien valer ma,s y ser mas, como lo fueran si lcs turara y lo gozara.n; pero bien se puede <.lecir por ellos, quo lo bien ganado se pierde y lo m:tlo ello y su dueiio; y asf los vide perdidos y {t sus bijos mm·ir de llambre y sus biencs, de otros posc~idos y goz: tdos, y q nc e ·to sea verdad no quiero dar mas tcstigo de lo que eu estos infeliccs tiernpos vcmos, pucs los llijos. de los couqui ' tadores uo les falta ya, Hino an dar {t pcdir por las puertas el sustento y com ida, pues aun csto a veccs no alcammn; el se01·eto de lo cual {t solo Dios se debe dexar. 1 El impucsto souro In plata quo RO pagaba nl Soucrano. 0 PITULO LXXV.1 Oo c6mo lleg6 ol Capit£m Pau{ilo do Narvaez n.l puerto y de c6mo ol Mo.rqnos lo prendio y volvi6 a mnbarcar y se volvi6 r, M6xico con Ia gonte qne tro.ya y Ia. co.u&o. por que loa indios se ro-velaron contrn. los ospaiiolcs. · Ya hemos visto como los espafioles descubrieron el gran tesoro de Mexico y como hallaron lo aposentos escomlidos y encubiortos donde estaban las recogitlas y mozas que servian :'i. los dioses, las cnalcs, aunqne Ja bistoria no lo cuenta, no creo que la virtud de los nne tros fue tanta que les aconsejasen qne pcrseverasen en su c:tstidatl y onestidacl y recogimiento en que estaban; y si oran las mugeres de Montezum,a, tampoco es decreer )e gum·darfan :fidelitlad ann principe que tanto bien y regalo les liaci:t, con tonelle como le tenian preso y en cadenas; los cuales estauclo en este con ten to y descanso, comiendo y bcbiendo sin pena ninguua., fue cl Marques avisado como Panfilo de Narvaez estaba en el puerto y como abla saltado en tierra y so abfan aposentado en los a.posentos tle Zemp6ala, el y su gente y artilleria, y como est:tb:t alH rcforzado, y que pretendia pasar adelante pam prendelle, por aberse venido sin licencia y no aber aguardado los rocauuos de sn general. E1 Marques, como hombre astuto y mafioso, dado que de ello recibi6 pena y sobresalto, dexando por gcneml de sn gento en Mexico a Don Pedro de Alvamdo, parti6 con oien hombres de los suyos a Zempoala y caminando de nocbe y de dfa, encubierto y caballeros en unas albarzillas, 2 porque no 1e diese noticia de que e) Marques era el que venfa, siendo ya. 1 Ll'lln. 29, Pte. I~ :l Tal vcz -"albardilla.s.'' |