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Show 36 puso en sus manos y so rindio al servicio de su Magcstad, uesde aquella bora, y dese6 ser industriado on las co as de Ia santa fe ca.t6lica;1 Y asi despues de aber descanzado por mucbo rato en aqnella hermita 6 templo pequcfio, particron para la ciudad do Mexico, subiendo el Marques en su caballo y el poderoso y airado Uoy en su amaca, tom{tnuole los suyos en los hom bros, como al>fa venido; y segun rclaoiot;t y pintmra de algunos an- · tiguos vicjos, dicen que desde aquclla bermita alio Monte:tt1JUt con unos grillos {t los pies, y asi: lo vf pintado en una pintura que ~nla provincia de Tetzcuco hallc en poder do un p1 incipal, ya viejo, al cua.l asi al10rrojado iba en una manta ecbado en hombros de los priu ·ipal s, lo cual se me bizo cosa dura do creer, por que uingun co11quistador e ha.llado que tal conceda; pero como niegan otras mas claras y verdadcras y la.s callan eo sus bistorias y escrituras y relaciones, tambieu negaruu y c~tlhr{m e ·ta, por ser una, de las mal hecbas y atrozes que bicioro11, auuque un conquistador rcligioso me dixo, que ya que se bicim:a, fu6 con fin de a~egurar sn persona el capitan, 'a s1 y {t los si.1yos. Juntamente llcvarou prcsos ~1. los demas reyes de Tezcuco y Tacuba. y al ~ efi.or de Xochimilco,2 que era tan gran Senor como los dcm{ts, y uno de los mas privados y allegados de Montc~mn a, y de quicn se bacia mucl10 aso. Llegados a .M:exico cou mncllos bailes y danzas y otros muchos rcgocijos que delanto de cllos iban, salirron los saccrdotes con encc'nsarios y vocina.s y caracoles :1 los recibir, todos embijados y bestiuos {t su mo'do sacerdotal, y tras ellos todos los viejos y jubilauos que abfa. en scrvicio de capitancs y macsos de campo en las guenas, tQdos bestidos con un disfrez de aguilas y tigres, con sus l>astones en las ma,nos y sus rodela , y con esta solenitlad y aplauso entr6 el Marques en Me ·ico y fuc apo entado en las ca as rcales en qne vivfa Montezmna, agUelo del preseutc Monte. zttma, qu.c a.b1a edif:icado, las cnalcs ca :ts eran mny gra.udcs y de mncbos aposentos y estaban edi.ficadas donde agora son las casas reales. Alli fuc aposentado el Marques con toda su gcnte,3 dondc cran proveidos de todo lo neccsario con muclta. abnndancia de todos los pncblos de la comarca, andando por su rueda y tanda, todo por mandado lin Montezuma, el cual estaba preso con todos los demas Sefiores en un aposcnto con tres soldados de guardia que se rcmudaban cada tercer dfa y con una ca.ilena y uuos gtillos a los pies y todos los demas reyes y Sefiores. l Estaba mal iuformado ol piadoso hi. torindor sobro csto pun to. 2 Eatas prisionos, y h~ do Montezuma, careceu cntoramonte do fuudamonto. 3 Noes cxacta e to. ubicacion. Cort6sy su ejercito so hospedo.ron on un palacio construido en cl torrono que o.ctno.hnonto ocupan algnnas casas do la callo do Santa 'forosa, por el frente. Igno. ro el. fondo que tuviera. Estc fn6 palacio de .Llxayacatl. El de Montezuma I estabn en el Empedradillo, dondc Oort6s fabric6 posteriormente sus casas. 37 Qnieren decir que en ochenta dias que alii estnvieron le indnstriaron en las cosas de Ia fe por un ministro ch~rigo que llevaban y que reeibi6 el agua del Sa.nto Bautismo. De esto Ia bistoria no llace mencion ni cuenta t<:tl cosa; pcro por babel'lo oido a algunas personas fidedignas lo pongo, lo cual por sati fhcerme lo pregunte al fraylc conquistador reft rido y debaxo de duda me dixo que el no l'o abia visto bautizar, pcro qne crcfa que sf, que se ab1a bautizado en estos dkts: que los soldados y capita.n, QUE estuvieron co cstas casas y aposentos, so ocuparon mas en Luscar el tesoro de Montc~mna, y el santo clel'igo con ellos, que no en enseiiar la doctrina a MonteZU?1ta y las cosas de la to; y Ia ca.nsa que a crecr y decir, mas lo uno que lo otro, me mueve es que por boca de un conqni tador religioso fne certificado del grantll::;imo cuidado y solicitud que en buscar la recamara y tcsoreria de Montezwlna, so puso, ba.sta que un dfa., la solicitud y hambre, les hizo auvcrtir que una pucrta. muy pC:'quciia y baxa que estaba tapiad:t en un aposento secret.o y recien cncalada, no •lebi ~L de scr sin misterio, y manu{tllt.lola abrir, y entrando pot· aquella aogosta y b:1ja pucrta, ballaron una. gran picza y espaciosrt, en mcdio de la cual estaba un monton de oro y joyas y pi dms preciosas y ricas, tnn alto que un hombre, por alto q no fuese, pue. to de la otra parte de el, no se parccia; el cual mouton, si queremos saber lo que om scgnn esta historia, no era cosa adqnirida por Montezuma, ni cosa de que el sc puuiesc aprovccbar, porque era el tesoro que todos los reyes sus antepasados il.Jau dexando; de lo cual el rey qne cntraba no sc podi<t aprovecbar; y as1, en muriendo elroy, ese mesrno dfa que mor1tt toclo el tesoro que dexaba de oro, piedras, plumas y arm as, :finalmente toda su rccama.ra se met1a en aquella pieza y se guardaba con mucho cuidado, como cosa. sagrada y de <lioses, procurautlo el rey qne entraba C:1. reintU' adquirir, para Sl1 y que DO SC dixese de el que se ayml;tba ~c lo que otro abfa adqnil'itlo; y asf se estaba alll aquello como tesoro de Ja cindad y graodcza de ella. Junta.mente abla en esta pieza gran cantitlad de l'imeros de mantas riqufsimas y de aderezos de mugercs: 'abfa colgadas por las pa.redcs mucho n11mero de rodelas y armas y divisas de ricas hcchuras y colo~'CS: abia muchos r.imcros de basijas de oro, de platos y escudillas hecbos a su modo, en que los reyes comia.n, especialmente cuatro platos granucs, hechos a trw.nem de fuentes, todos de oro muy labmdos y ricos, tan gmndes como grandes rodelas, y e, taban tan llenos de polvo que daba.n a entender abcr muchos dias que no scrvian. Habfa mncbas xicaras de oro que servian de beber cacao, hechas y labradas a la mesma manera qur, las de calabaza, con sus pies unas y otras sin ellos: abfa en los rincones del aposento muchas piedras por labrar de todo genero de piedras preciosas; en fin habfa. |