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Show 238 1lan1an petzicatl, y tezcaoauhtlz': molianlas de1icadan1ente, despues estando la harina n1uy sutil, amazabanla, y con Ia misrr1a hacian el cuerpo de Vitzilopuchtli. Al dia siguiente un hombre que se l1amaba Quetzalcoatl, tiraba al cuerpo de dicho Vitzil~puchtli con un dardo que tenia un casqnillo de piedra, y se Je metia por el corazon est~ndo presente el Rey 6 senor, y un privado del dicho Vitzilopuchtli, que se llarnaba Teuoa. Tarn bien se haJiaban presentes cuatro gran des sacerdotes, y mas otros cuatro principales de los nlancebos que tenian cargo de criar Ia juventud, cuyo colegio se Jlamaba Telpuchtlotoque; todos estos se hallaban presentes cuando mataban el cuerpo de Vitzilopuchtli, y despues de haberlo muerto, luego lo desbarataban, con1o que era de una masa hecha de sen1illa de bledos, y el eorazon de Vz'tzz'lopuchtli tomabanlo para el senor 6 el Rey, y todo el euerpo y pedazos que . eran ~onlo besos de dicho Vitzilopuchtlz', lo repartian en 1guales partes entre los naturales de Mexico y Tlaltelulco. Los de Mexico que eran minlstros del dicho Vitzilopuchtli que se llamuban Calpules, tolnaban cu~tro pedazos del cucrpo, y otro tanto tomahan los de TJaltelulco, para los que tenian el misrno non1bre; de esta manera repartian entre ellos los cuatro pedazos del cuerpo de Vitzilopuchtl£, a los indios de dos barrios, y a Jos ministros de los idolos que se. 1l~maba~ Calpules, los cuales carnian el cuerpo de Vit.zdopuchth cada afio, scgun su 6rden y costu1nbre que ellos habian tenido. Cada uno conaia un pedazo del cuerpo d~ . este dios, y los que cornian eran rna nee bos, y de~~an que era el c~~rpo de dios que se llamaba !'e~qualo, ~ Jos que rec1b1an y comian el cuerpo de V'ltzzlopuchtlz, se llamaban ministros de dios. \ \ 239 § 3.·' De la penitencia a que se obligahan los que rccibz"an c[ CUerpo de YITZILOPUCHTLI. . ~?s tn~ncehos que re?ibian el cuerpo de Vit-zzlopuc~ tlz, obhgabanse a scrvtr un aflo, y cada noche encenrhan y gastaban rnucha cantidad de lena, que eran rn r~s de dos tnil palos y teas, las cuales les costaban dtez. 1~antas grandes que se llatnaban quachtli de que rec1 b1an gran que bran to y ntolestia. Cad a uno ~ra obligado a pagar una rnanta grande, y cinco rnantillas pequenas que se 11arnan tequachtlz', y un cesto de mai-z, y. cien n1azorcas de la n1ist'!la sernilla, y los que no p~d1an J?agar y que :se sent1an mny agraviados del dtcho tnbuto se ahnyentaban: algunos determinabanse a morir en la guerra en poder de sus enetnigos; y como los dichos mancebos sabian que ya acababan Y. cumplian el servicio y penitoncia a que estaban obhgados entre ellos, otra vez recogian otro tributo: cad a uno pagaba seis mantillas peq ueflas conque cornpraban teas y lena, y todo lo que era necesario para lavar al dicho Vitzilopuchtli al cabo del aflo, y el tiempo cuando lavaban a este Ido)o era a 1nedia noche. Antes que le lavasen, pritnero hacian una procesion que se llan1aba necololo, y uno se vestla con el vestido del idolo, e1 cual se llam C\ ba liopuch, e iba bailando y figurando la persona de Vit-zilopuchtli: delante de el iba otro que se llarnaba Vitznaoactiacheauh, y en pos de el iban todos· los principales de los ruancebos q ne se lla1naban tiacheauhtlatoque, y hotnbres valientcs, y otra gente detras llevando candelas de teas hasta el lugar donde se lavaba el dic~o Vitz ilopuchtli que se llarnaba Ayauhcalco, y le ta~Lan fl a utas, y luego le asentaban al dicho, y el pnvado del idolo que se 1la1naba T evoa, tomab:1. el agua· con una jicara de calabaza pintada de color * |