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Show Por su lectura se percibe cuanta fue la sabiduria de los abtiguos indios mexicanos, cuanta su human. idad y dul1ur.a,, a) n1ismo tien1po que su ferocidad en cuanto a Ia supersticion e idolatri~ a que. dolorosatnente se vieron entregados. El hombre mas insensible no puede deJar d·e derramar copiosas lagri tnas, y de sentir despedazarsele el corazon, al ver las innumerables victimas de todos sexos, edades y condiciones que anualmente se inn1ola.ban en la vasta estension del imperio de Mocthecuzolna, para satisfacer I a insaciable sed de sangre hun1ana que devoraba ft sus f<rlsos n(tmenes; al mismo tiempo que DO puede dPjar de bendecir e} momento dichOSO en que se presento la luz evangelica, y disip6 las horrorosas tinieblas de la idolatria. Al tiempo de publicar esta obra in1portante, lleg6 a mis oidos Ia plausible noticia de vues~ra exaltaci. oJl al s.oJiQ p.ontificio, ~ para dar a V uestra Beatitud · un testimonio del regocijo de que vi inunda.do . " al pueblo mexi~a.no, me pareci6 oportuno dedicarie e_ste Il)anu~crito interesante. Por I)ledio £le el enterid:er!l. Vuestra Beatitud~, que halla,ndose las iglesias de esta rep(Lblica eri-stiana en la rn.ayor horfandad, siendo demasiado corto- el numero de f)perarios evangelicos, y estando por otra parte ha.rto d·~sm.oralizad~ este J?Ue blo religioso pgr la seduccion de hJ>mt>res perversgs qoe con 1Jl:ach0 "usto lo tornarian a su antigua idolatria; seria tall I . -.. .~, . r ' l f .. t 1 . .. t ( ' . . . ·.. ... :frt.oil CP.t»O ~en~ibl~· U:l}a t~trograiJ~ci.on a. Ips- ~i~~ t~: Q.ebr<i>~QS d.e su. ~el)itjJidad-; l)l;ali grapd.~-· iYi~v.~ ])ips., ~-aQ~ t.i~imo Pad~re! y· q-qe. sol9 .. Vu~st~;a, ~.eatitp.d, p~ede ({Yi"' I tttX OpPJ:tUll~n,te:Qte, pro;v~yendp CQU gene~Q~i~_ad a la~ :aecesidJa..<J.es: espirituaJ.~s q~e no~ ~q;n.ejflll, olv.i~aQQ.pst( tle que t;s prin<:i;pe t~:rppot;al, y que t.i~ne :fel~cipn,e~ J)Oliti:¢~~: ~on "~arip~ - ~obe~aJ)QS d.e: Eu.ropa., qlJ.e :rp.k, •:an tl't IX)~~~ nj.Q n~~s~~~s instit·u~ip~es rep:u blicap~~; .. y a_co-rd~t:l,q.~s~· de. qut<, pri.~cipalm~nte e~ Pac;lre. uni-versal de Ia Iglesia de J e~ucristo;; :rp.e~:eci~nd~le por tanto mucha consideracion seis millones de fieles mexicanos, que Io aman y veneran, y que solo de Vliestra justicia y magnanitnidad e~peran el remedio. iDe cuanta amargura no se llenaria vuestro sensible eorazon, si llegara ~ sabeE algun dia que por haber demorado el socorro que hoy pedimos, y tan urgentemente nec~sitamos, estos pueblos faltos de pastores habian retrogradado, y convertidose a sus ant. iguos errores, porque no habia quien. presidiese a Sll direccion, y q.ue ~n. l~s, m.~r;tta.~as y bosques de ]a America mexicana se habian ofrecido nuevamente sacrificios de victimas humanas a sus antiguos numenes! A tal riesgo estamos espuestos, Santisimo Padre .. iAh! Ia sola idea de esta abominacion q~e llenaria de pavor vuestra alma religiosa, me hace dirigir ~- V 'A~.;~j~l1~ ~e~ti~ud: qti h.untilde voz, supJicandole q·ue al '· mismo tietnpo que· acepte esta oblacion de mi cariJ:io, y este justo parabien por su exaltaciop |