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Show 370 partidos los soldados dcllas, que acaso se topauan hombres por las -callcs, ino todas las mugcrcs y nifio muy l)equefio., las quales mugere , al quarto dia que la gentc auia partido de la ciudad para la guerra, todas salieron cubicrta de pafio de luto y triste~a, y con polvo y c ni<(a sobre lo caue1los por la aus ncia de sus maridos, hijos y hcrmano , las qualcs no lauaron us rostr s ni cauc~as ni ropas hasta qu tuvieron nuevas de la vitorin, las quales leuanM,ndosc cada dia, ante que aman ci e, ofrccian sacrificio a los dioses que en una piega particular todos tenian, y cl sacrificio era encender lumbrc en aquella pic9a, cncc:nsar {L lo ydolillo , i cada uno en particular, y {t ofrecclle comida de pan y uino y de tod.os los generos (le comicla que cllos usauan oifreccr {t ... u dioses, y sentanilose dclante dellos llorauan y gemian con mucho dolor y hacian ]a siguiente lamentacion: i 0 gran Senor de lo criado! ten, Senor, memoria de aquel tu siervo que es ydo a cngalgar tu honra y la grande~a de tu nombre y {t ofrecer su sangre en el acrificio de la guerra en tu servicio: mira, Sefior, que no fue a bu car el remedio mio ni de sus hijos, ni fuc al trato ordinaria para el sustento de su casa, con el mecapal en la caucga, ni con la coa en la mano; por ti fue y en tu nombre y a obra de I a gloria tuya; por tanto, Senor, compadescase tu corayon piadoso rlel, y de su trauajo y afliction con que ua por los montes y ualles, cerros y quebradas, ofreciendote en sacrificio el vaho de su rostro y sudor; dale vi tori a en esta guerra para que vuelua {t go~ar d l descanso d su casa y veamos yo y sus hijos su cara y presencia. Esta oracion hacian todas las mugeres de los que auian .Ydo {t la guerra, cada dia en amanesciendo, hasta que. us hijos 6 maridos, hermanos 6 parientes voluian de la guerra. Llegado el exercito {t la ciudad de Oaxac fueron muy bien recibidos de la gente mexicana y de todos los del ualle, y asentando en cl su real estuvieron alH algunos dias descansando y rehaciendose de bastimcntos; y el rey Auitzotl, que en persona auia uenido a aquella guerra, mand6 Hamar {L todos los senores de aquellos pueblos y ciudadcs comarcanus, los quales venidos ante elles pidi6le dicsen ayuda con alguna gente y con bastimentos, los quales le obedecieron de voluntad y le d~eron mucha gcnte y muy bien adere- 371 <;-ada, con mucha cantidan de bastimcnto , lo qual sauido I or el senor de Tequantep c los mancl6 amenac;ar con grnndes y soberuias amena<;-a . El r y rle Mexico agradeci6 el fauor y aiuda, y lo tuvo en mucho y prometi6 la gratificacion dello. El Rey con sus grandes tuvo su consejo, sobre la ciudacl que prim ro se auia de combaLir, y SALI6 determinado fuese 1a de Izuatlan y Otlatlan, contra las qualcs con publico pregon se mand6 todos fuesen pasados a cuchillo y que ninguno se ocupase en prender a hombre dellos, porquc lo que sc auia de eonquistar era mucho, y que la distancia que de csta I rouincias ay a Mexico era mucba, y el inconveniente de traellos de aca para aculUt era grande; que todos los qu uvie en {t las manos pa asen {t. cuchillo, lo qual publicado y auisado el cxercito, lcuantando cl real empegaron a marchar muy en 6rden h{tcio. Izuatlan, y llegados la combatieron y d.e ·truy.e ron y tras ella {t. Miauatlan; y dado que hallaron alauna ~ res1stencm, luego fueron tomadas y vcncidas las gentes dellas, los quales vinieron las manos crugadas a pedir el ordinaria pcrdon, ofresci ndo sus persona y bi ne {\, la sujecion de Mexico, los quales luego fueron rcceuidos con arnot· y ami tad, y baciendo lueao sacrificio a los dioses de alguno pre 0 y poniendo y enalan~o tributos a los vencidos, el rey mand6 {t los de Miauatlan lo guia-en desde alii y les ensefi.asen el camino que iua {t Xolotln y Amaxtlan y ft rrequantepec, lo qual prometieron de voluntad, y gui{mdolo d de alll 11 garon {t vista destas prouincias, y dando auiso al rey dello, mand6 todo se apcrciuiesen, y temiendo a los de Tequantepcc higo UDa }arga platica a toclo el eXCrcito, e fOr9{LndolOS con palabras de mucho animo y valor, rogandolc se ofr ciesen a la muertc muy de cora9on, sin temor ninguno, pucs esperauan el premio del Dios de lo criado, persuadiendoles no hiciescn ca 0 de u vuelta a Mexico, sino que con coragon varonil se dedicasen {t aquel sacrificio, con las quales palabras todo l exMcito empec6. {L llorar y haccr gran entimiento, y abragandose y de pidicndo;e u~1os de otro , padre de hijos y hijos de padres con grandes susplros:, e armaron todos de sus armas y se pu "'ieron muy n 6rd n,. ca. d. a nac1· 0n en u st·t l·o y lugar, tizn{tndosc las earns con Ja tiznc dlvma, quellos a i llamallan, y el rey Auitzotl ve tido de ricns man- |