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Show 32 sienprc cl Rcy favorable {L los Mexicanos, sali6 dctcrminado se les diese un Ingar que Haman Ti9apan, qucs de la otra parte del cerro· de Culhuacan, cloncle agora sc parten los clos caminos, el que va a Cuitlahuac y cl que va a Chalco, ol q uallugar estaba desierto, por cstar cubierto de mucl1as culebras y bfboras pongonosas, que clcccndian del cerro, cl qual sitio lc {uc efialado, no sin mucha malicia y maldad de parte d lo conscjeros; pero ellos, ace tan do la merced que se le bacia, fucron metidos en pose ion, la qual tienen y poseen hasta cl dia d hoy, porque todo aquello de por allf basta Santa Marta y los Rcye. todo c subjcto a la ciudad cle fifcxico. Ll uad s allf, clio cmi e aron {t haccr sus buhios y chogas doncle se meter; y vi nclo la cantidad de culebra y malas abandijas que allf auia, al principia r"cibicron 1 ena y angustia, pew dcspues a i se les renc1ian y aman aban que lcs sirvieron clc ustento, no comicndo de otra earn , ino de aquellas culcbra , bfboras, salamanquosas que alH del cerro bajaban, y de tal arte e crigolosinaron y rcgustaron en cllas que la consumi ron y acabaron que apcnas allaban una ya para comer. Los de Oulhuacan, confiados de que poco a poco los auian de acabar y matar aq uellas sa band ijas, dijolc ol rcy Achitonzetl: "Id y ved en que han paraclo lo mciicanos, y saludad de mi parte a los qu uvicren quecla<lo dello , y preguntadles c6rno les va en el sitio que sc lc di6." Ido lo mensaj ro , allaron a todos los mcxicanos muy alcgre y contcnios, con sus sementeras muy cultivadas y puc tas en 6rdcn, echo tomplo {t su dio y cllos en sus choyas y buhio : lo a ·aclorcs y olla · llcnos de culebras, clellas asadas y rlcllas cocidas. 1 Llegados {t easa de los seilorc;:;, a1 ucUronlos acicncloles el d uido acatamicnto, como ellos se suelen aludar: dicronles sn embajada de parte delrcy Achitometl, de Oulhuncan. Ello~, tcnicndolo en aran merced, rc pondicron .cl con ten to que tenian, agrade. ciendolc el bien que e lcs auia echo; pero lo que le suplicauan era dos cosas; qu les conccdicscn entrada y contrata<;ion en su ciu· dad, y conscntimiento para que emparentascn los unos con los otros, por =vfa de ca amiento ·, cas{mdose los hijos y hijas de los unos con hij.os y hijas de lo otros. Los mcn9ageros, aclmirado de vcr 1a pu- ,.1. Lu m111 a ada. y l~ts ot1·ns co ian . . 33 • jan~a y multiplico de los mcxicano , fueron con la nu vas {t Ell+ rey, rclatan :tole toclo lo que auian vi to y oi o, y todo lo que de parte de lo mexicanos e le pedia. El rey y todos los nore. , admirado de una cosa quellos nunca auian oido, eobraron de nuevo grandisimo tern or a los mcxicanos, y co need ien~oles to lo que pedian, dUo el rey: "Oonceclamosl lo que piden, que ya os he dicho questa gente cs favorccida de su dios y gcntc malay de ma .. las mafias; dejaldos, no los enojeis, que mientras no les icieredes rYtrv-."...D"' mal, ellos se estaran sosegados." _:pe de entonces empe~aron los me"''icanos {t entrar en Culhuacan y tratar y contratar libremente y {t emparentar unos con otros por via de casamientos, y a tratar .. se como hermanos y como paricntc . Vitzilopochtli, dios de los mexicanos, enemigo de tanta quietud y paz y amigo de desasocicgo y contienda, viendo el poco provecho q uc de la paz se le seguia, dijo {t • us viejos y ayos: "N ecesidad tenemo. de buscar una muger, la qual se hade llamar la muger de la disconlia, y esa ha de llamarse mi. aguela 6 madre, en el lugar doncle emo de ir a mora1-. orquc no es estc cl lugar donde cmos de ha<;er nuestra habita~ion y morada; no es estc· eJ.. asiento que os tengo prometido, mas atras queda, y es neccsario que la ocasion de dcxar cste doncle agora moramos, no sea con paz sino con guerra y muerte de muchos, y que empe9cmos a lcuantar nucstras armas, arcos y flechas, rodclas y c padas, y clemos a entender al mundo el valor de nue tra per on as=. cmpe9aos a aparcjar y aperciuir, y a proucr clc las cosas necesaria para nucstra defensa y para~ la ofcnsa de nucstros encmigo ,,y busquc c medio lucgo para que salgamos dcstc lugar; y· cl m.edio sea que vayais al roy cle Culhuacan, Achitometl, y le pidais su hija para mi servicio, y luego os la dara, y esta ha de ser la muger cle la eli cordia, como adelanto vereis." Los mcxicano , obedient! imos a su dios, fueron luego al rey de Culhuacan, y pfdenle a su hija, quel en macho tenia, 1 para senora de los mexicallOS y muger de su dios. El z;ey, con codicia de que su hija iba {t reinar y a scr cliosa en la ti rra, di6la luego {t los mexicanos, los quales la lleuaron.con topa la. hom·a lel mundo, con, mucho contcnto y regocijo de ambas las parte", aside la parte de 1 Quo 61 amaba y estimaba en gran manera. lj I |