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Show 420 emp ~6los a medir, y todos los que hallaua ala medida ivalos poniendo aparte, d los qual hall6 cien bijosdegrande • todos a un tamafio y mcdida, y llcuandolos a palacio, antes que los presentasen o.l roy, les hicieron esta platica. "Mira, hUos, y abri los ojos: no o descuidois n hacer alguna co ani en caer en algun descuido que ofenda los jo del gran senor: mid. que cl intento de llamaros es para honraros y ocuparos en las cosas que tocan a su seruicio, yen los oficios de su ca a, a lo qual conviene acudais con la dilig:encia posiblc, unos ala Limpie~a dol ve tido y cal<;ad , otro al s ruicio de lamesa cl traer y llcuar de manjarc {t quien os fuere mandndo, cl barrer y regar y sacudir la pieza y a iento real, la eomposicion del rostra n ]a presencia del Rey y de los grande , y la modestia y umildad en el hablar y en referir lo 1ue os fuerc preguntado, el rcposo en andar pa ito y sin ruydo." Acauado los documentos 1 que para cadn oficio a todos diaron, poniendoles gran temor que In pona de su dcscuid y p cado ~ seria muerte, fuc l Roy J.ltlontei)U?na auisado, c6mo los hijos de s~n.ores que mandaua Hamar e tauan all:i: ellos mand6 entrar ala primera sala y sali6 a ello ; lo qualcs, como lc vieron, postrados por tierra lc aludaron, y el conocicndolos a todos, que lo roas d llos eran sobrino uyos 6 primos 6 tios, y entrellos alguno hijos de grandes senores, cl de nuevo 1 declar6 a lo que ~1. su casa venian, y c6mo 61 o que ria scruir de su sangre y de sus deudos y parientcs y comunicar con ella sus se01·etos y platicas, y fiar d llos su per ona y hacienda Heal, lo qual auian de tratar con miramicnto y bu n t6rmino, y con la criall<(U deuida, siruiendo a lo grandes y a todos los que a su palacio acudic en, a :i a los de la ciudad, como {t los foFastero~. y l regalo y buen tratamiento que auian de hacer a los mensajeros, recibiendolos con muncho contcnto, porque ncnguno alies quexo o de u casu y c rte; el rcspcto que auian de toner a las Roynas y mqgere uyas y a las manceuas y a las rl ma rougeres de su palacio y eruioio; la oncstidau que entre ella ~ y con ellas auiau do tener, el cuidado que en la limpie~a de toda la casa se auia de procurar, de que siem pre e$tuviese lim pia y a eada; ol mirar 1 Lna instrucoione . 421 m1llncho el que los mandados y mensajes que les £ueren encome;o,. dados no los ltro.stocascn, ni mudasen las palabras ni el sentido deHas; el hablar sin tartamudear, ni con turbacion ni apricsa, sino muy baxo y con osiego y d spacio y con mucha grauedad, y el reposo en el andar; I nunca jamas tratalle mentiras ni dezille niugun falso testimonio contra nadie; huir de hacer mal a nadie, ni que nadie se viniesc a quejar dellos, pot·quc si hiciesen lo contrario los ha~ia asaetear 6 quemat· vivos. Ellos lc respondieron con gran humildad, agrad ciendole el beneficia de querer s ervirs~ dellos, ofreciendose que en todo cumplirian su mandado, a los qualcs rcparti6 los oficios en que se auian de ocupar; y dize la hi&toria que cada dia los mandaua juntar l Rey en una posen to, y los enseilaua y ins~ truia n las casas de virtud, dan doles munchos auisos y documcntos de modos de tratar y de hablar, y asi.andauan todos tan mortifica- d:os y tan modostos y bien criados y tan cortesanos, que parecian o~m gente distinta de basta all.L Lmego que encomend6 los oficios a estos mo((os de pidi6 l Rey ·a todos los oficinlcs que el Rey Auitzotl, su tio, auia tenido, que no qued6 uno ni nenguno: tam bien mand6 mudar todos los oficia~ es 1reales de la ciudad y los cncomcnd6 a illustrcs y caualleros: tambicn rnud6 todos los prep6sitos y mandoncill s de los barrios y los oenturioncs y puso gente nueva quo lo sirt~ic en; y si no cs falsa otra relacion que en la ciudad de Mexico me dieron, dire que los mand6 matar a todos, que nenguno qued6 vivo de quanto.s siruieron al Hey Auitzotl, y no me marauillaria que uvicse .usado de .esta crueldad, porque fue desde que mpe96 a reynar el mayor car~ nicero qu auia auido, solo por er temido y reuerenciado, nel qual hal1o ·escrito que, por olo al~ar los ojos .e mirallc, como fuese homb~ e baxo, luego le mandaua .matar, porque decia que los hombres baxos no se auian de Rtreuer a miil'ar al que estaua en lugar de ios; y asi le adorauau como a Dios, po trandos en el suelo basta que .el pa asc; y a ( quieil:o contar aq\li lo que me respondi6 un yndio a quien. yo prcgunttaua por lp fisonoooia de Monter;uma y por sn e - lta.tura y m~ner.a, el .qual m.e resp~mdi6: Padre; yo no te c .d mentir ni e de dccir 1o ·que nose: yfJ nunca•le vide la cara. P.reguntan~ |