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Show 110 la gente xuchilmica gran numero y demas deso valerosa, erales necesario el reparo. Aperceuidos ya todos y las casas necesarias, Tlacaelel hi~o resefia de su gente en un lugar que Haman Teyacac, y escogienclo la gente que mejor le pareci6 de los mas valerosos soldado y mas dispuestos, y a estos hi go una pl{ttica: senores y valerosos soldados: LES DIJO, toda la nacion xuchimilca esta contra nosotros, que en su comparacion y numero somos easi nada: no os espante la multitud: e fuerzo es y animo el que hace al caso: aueis de saber que nue tros enemigos estan muy cerca de aquf, en un lugar que e dice Ocolco, y alli a de ser la batalla; por tanto, mexicano , celebra vue tro nombre como soleilS. Ellos todos con alegda y e - fuerzo respondieron star aparejados a morir 6 veneer, y luego empe9aron {t marc bar muy en 6rden, ordenadas sus ileras, siguiendo cada ilera a su capitan. Llegados a vi ta de los encmigos, hacienda alto los xuchirnilcas, alga ron gran alariclo y voceria, diciendo: venf, ven:i, mexicanos, que vuestro fines llegado; los quales era tanto el numero dellos, que enbrian los llanos, y era tanta la riqueza, que en las armas y devisas y en las rodelas tenian el oro, joyas, piedras y plumas, que relumbrando con el sol, hacian gran resplandor con los rayos que dellas salia, con tantas diferencias de armas verdes, agules, coloradas, amarillas, negras, fi.nalmente, de todas colores, quera contento vellos. Los mexicanos, acercandose a ellos, les dixeron: oh desventurados xuchimilcas; pobres de vosotros y de vuestras mugeres y hijos, i quien OS engan6 a venir a este lugar donde perdereis muy en breve el brio y gallardia y esa van a fantasia que trais y aueis de ser nuestros tributarios y terrazgueros 1 y diciendo estas palabras empe<;aron a disparar muchas varas arrojadi<;as y flechas, y fue con tanta furia y priesa que cubrian el sol, y fue tanta la vocer.la que juntamente levantaron, que undian los valles; de SUERTE que a poco de rato los de xuchimileo empe~aron a desamparar el llano y a valuer atras, aunque poco a poco, dandoles gran animo y esfuerzo sus capitanes que les hacian tener el pie quedo; pero viniendo ·a. las espadas y rodelas, los mexicanos, diestros y animosos en aquel menester, rompiendo por los escuadrones de Xuchimilco, los empegaron a llevar poco a poco hasta un lugar que Haman Xochite- 111 pee: ganado este cerrillo, subi6se en el Tlacaelel y empeq6 a dccir a gran des voces, rodeando la espada y la rodela: ea, mi valerosos mexicanos, que la vitoria es nuestra; no os fatigueis mucho: poco a poco mueran, mueran, Y sean destruidos los que, sin dever elo, nos an querido destruir. Y baxando del cerrillo a todo c rrer, ponicndose delante de su gente, que ya andaba cansada, e mpe~6 a hacer marauillas, derrivando a quantos delante topaua, con lo qual los mexicano , animados, y los xuchimilcas atemoriqados, se empe~ aron {t recoger a una cerca 6 aluarrada que para defr.nsa de u ciuoad tenian hecha, y poniendos tras la cerca y por algunas tronera que en ella tenian, hacian gran dafio a los mexicano ; pero ellos arremetieron a la cerca y con las mesmas espadas, pal~s y coas le empe9aron a hacer grandes portillos y a echalla por el uelo. Vista por los senores de Xuchimilco que de fuerza la ciudad auia de ser saqueda, si en ello no se proueyese, pues ya la cerca toda estaua por el suelo y la defensa era poca, a causa que los que la defendian la auian desamparado la mayor parte dellos, y los m xicanos hacian gran de trogo y matan~a, salieron los senores, como e dicho, y sin armas y las manos crugadas, hacienda grandes ademanes y cerimonias, se postraron en presencia de todo el exercito diciendo: mexican as y senores nuestros: vei, nos aquf los que algona culpa tenemos de vuestro enojo y trauajo y pesadumbre: executa en nosotros vuestra ira y furor y no permitais que lo viejos y lo nifi.os perezcan, ni la ciudad sea aqucada ni dcstruyda: ya aueis vengado vuestro corazon: abaxa vue tros brazos y espadas; echa por el u lo vuestras rodelas y descans{t: mira lo que quereis, que aqui serei servido : de oy mas son vuestros los montes y collados, las ·aguas y fuentes, tierras y llanos de donde sale toda la rique<;\a desta ciudad, piedra pesada y liviana, madera y lefia, todo esta a vuestro seruicio: aplaca vuestros cora'i nes, pues mientras mas de nosotros hicierede , 1 menos, menos vasallo terneys que os siruan: descansa, mexicanos, y no aya mas contienda, que vosotros nos aueis vencido en buena guerra. Los mexicanos, para mas a.rnedrentallos, respondieron que no querian sus prome as ni auian 1 Probo.blemente-" hiri6rodes," esto es-" cuo.utos mas do nosotros hirierei s, menos, etc." |