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Show 514 fia, Ia qual a de durar para siempre, i qui en temiera la muerte 1; pero bien veo que yo me e de morir y solo esta memoria a de quedar de mf; 1 por lo qual voluicndose a los canteros, les di6 las gracias v mand6 les diesen ]a paga de su trauajo, a los quales les die- • ron muchas cargas de maiz y frijol y chile, mantas y camisas para sus mugeres y hijos; dieronles cargas de cacao algunas, para que rcpartiesen entre sf, y a cada uno un esclavo que le sirviese, con lo qual los canteros quedaron muy contentos y bien pagados, asf del un travajo de querer traer la piedra, como del travajo de haber esculpido la effigie del rcy Monteguma. Luego que Montet;uma volvi6 a su casa, sentado con sus principales y senores, les empe<;6 a declarar lo que Ne9aualpilli, el rey de Tezcuco, le auia dicho, el mal pron6stico que le auia anunciado y lo que sobre ]a co meta le auia declarado; y viendo lo que de la piedra auia acontecido y dicho, empe~6 ante ellos a llorar amargamente, y ellos juntamente con el; y queriendole consolar aquellos gran des que con el estaban, les dixo: hermanos mios: i c6mo puedo yo consolarme, pues me veo cercado de tantas angustias y sobresaltos 1 isoy yo por ventura mas que Nar;aualpilli, que era profeta y sabia las casas por venir y las declaraba, y en fin, con toda su ciencia se muri6 7 i soy yo mas que mi deudo y pariente muy cercano, el gran TezU?npantecutli, senor de Cuitlauac, que tambien tenia sus prophecias y sabia en el caso seiscientas y diez ciencias, las quales declaTaba con grand:lsimafacilidad1 Tam bien veo que se mu~ ri6: i pues que sera de mf, que soy ignorante y sin ciencia ninguna 7 iC6mo me padre evadir de la calamidad y mal que espero1 Los senores lc consolaron Jo mejor que pudieron, diciendole esperase en el Senor de las alturas y de los dioses, cuya silla y asicnto poseya, y cuyo seilorio tenia y regia, quellos le favorecerian, con lo qual qued6 a1go consolado, aunqucl consuelo le tur6 muy poco, como se vera en los capitulos de adelante. Los senores se de~o;pidieron del y se fueron a sus casas. l E11la nota de la pu.g. 251 se dio noticia de Ia mala netto que Ia igtlorancia. y el far .natismo clopararon a estos monumentos hist6ricos. • CAPITULO LXVII. 1 Do o6mo Monte~ntma propuso de o ir de la oiudad {~ esconderse donde no fuose ballado Y de o6mo lo puso por obm, y do un mol pron6r:~Lico quo antes tuvo. Era el sosiego de Monteguma tan poco y traf:-~ tan sobresaltado su coragon, que todas las veces que via la cometa, 6 que ofa el alarido que los ~ndios daban al tiempo que salia, que no podia quietar s~ corazon m sosegar su pecho, dado que fuese animoso y de gran Vlrtud; Y asf, estando Uil dia pensativo y penado, llam6 a SUS corcobados y enanos que le servian dentro de su palacio, y previniendoles y avisandoles primero guardasen .to do secreta en Io que les queria d~cir, so pena de la vida, lcs dixo: aueis de saber que yo estoy muy tnste y con gran sobresalto, temiendo lo que me an dicho que a de venir sabre mf y en mi tiempo a de acontecer; por lo qual yo e determinado de me ir a esconder a alguna cueva a los montes, donde nunca mas parezca; 2 por eso, si os quereis vosotros ir conmi.:. go, agradecer os lo e, tenerme eis vosotros companfa. Los corcobados y enanos le respondieron, que el era su senor, que les mandase lo que quixese, que ellos le obedecerian y irian donde el fuese servido de llevallos. El rey, viendo su voluntad de le servir, se lo agradeci6 y dixo: que csperasen, que el buscaria donde uviesen de ir y a su tiempo cllcs avisaria; pero que mientras lo buscaba, que tuviesen el secreta que les auia encomendado. 1 V6aso lnlaminn 20~, part I ~ 2 La hi, to ria antigua no. presonto. nn cnso semojante, producido tam bien por los suonos.- Un t·cy do Etiopla, llnmado Sabacos 6 Saoacon, destl'ono al sobornno do Egipto y ocup6 u tt·ono. o116 que un homl>re puesto en pi(J, (que segun 1Ji6doro era el dios do Tebas) loan unciaba n po<lt·ia rei nnr l111·go tiempo en Egipto, sino dcsouartizaba u todos los saccrdotes. Considor6 el oonsejo como impio, viondo en 61 un aviso do que habia espit ·ado el pcrlouo quo lo ora ponniti clo reinar en Egipto, yen consoouencia debia retirarse onanto antes. Los ortloulos lo liabian fijado de antemano ol pol'iodo do Btl reinado. El sobe1·ano destronado volvi6 {L su tt·ono. ( HttnODO'l'US II, 139.-Dt6oono DE SwrL. I, G5.) Parcco que cl alto r el ieve esoulpido on ol {~ngulo d l atrio deJa iglesia de San Hip6lito, reprosonta ol po.sajo dol indio trasportado por el {Lgnila. |