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Show CAPiTULO XLVI. 1 o o6mo los moxi anos clioron u rra A los d.e '.l'equant p o y A. lo. de Izuntlan Y Mlnuutlnn y Amax.tlnn, prouin iB muy iilmosn, y do o6mo los voncieron. Mucha ueces emos referino que los mexicanos nunca jamas represcntaron ni mouieron guerra contra nacion nenguna sin scr incitados y provocados della, recitandolos 2 las mesmas naciones con inovcdi ncia 6 con muertcs Cle algunos quo matauan por los caminos, y as( la cscusa que los mexicanos daoan y oy en dia clan, y en csta ystoria a cada paso hallo, con que se j ustificauan, era cleclr: nosotros uo los fuimos a bu car; cllo nos incitaron y llamaron; atribuian e ast la culpa, que nosotros no emos de sufrir injurias denadie: y {t s( viendo e la prouincia de rrequantcpec y Xolotla, Izuatlan y Miauatlan y Amaxtlan, tan apartadas y remotas de la proui.ncia mexicana, y confiando en su grandec;a y multitud y fortaleya, fueron de parcccr de atajar el paso a los de ]a nacion mexicana pam que no viniesen cada aflo, como venian, {t clesnatar y sacar la riquec; a que de aqucllas ciudades sacauan con las golosina y cosas baxas que trayan, para voluer con oro y joias y plumas y otras cosas ricas que llcuaban, de que voluian cada afio cargados, y eran tantos los que acadian, que en todo cl af'io no se vaciauan los caminos de cstos m rcaderes y grangeador s, porque no solamente seguian este camino meros mcxicanos, segufanlo, empero', tezcucanos, tepanecas, xuchimilca:s, chalca , tlauica , tlaxcalteeas y chulultcca , finalmente de toclas e ta prouincia cercanas y comarcanas al volcan, y no uno ni do de cacla eiudad,, ino de ciento en ciento, cat·gados de co as baxa , convicnc {t aucr, de quesos quellos hacen de la lama rle la laguna, tortillas de gusanillo , costales de ueuezu los, 3 L Yeo. o lnllunina 101.', part. 1~ 2 Asi on I originnl; mas })Lu·ooo tloborin dooir "iucit{mdolos," \1 otro verbo ~emejnnto. ( N otLL del r·. Vern.) 8 Jluevecicos. Hofl6r·cso probahlcmonto a los do rnosco CJilO so reoogen on estos lagos de M6xico, y {L (jllO so dn el nombro <lo ahuautli. 369 de moxcas marinas, que ellos llaman auautli, pa·tos en burbacoa y ()bra~ muchas golosinas do que aqucllas gcnte carccen y otras mucbas manera de jugu tc que ello. inventauan para trncr cacno, oro, plumas, piedras preci.osas; lo qual advirti ndo los d aqucllas ciudades, auido sobrc clio u consejo, rlcterminaron de defender la saca tan ordinaria que de su rique~as . e hacia para cnriqnc~er las ciudades mcxicanas y prouincias, qucdando cllo con sola aquellas rrolosinas y cosas de poco valor. Con cste acu rdo, puesta gentc rlc guarnicion, empe~ar n d saltear los caminos y u matar la rr nte que de la nacion mexicana y de toda Ia nacionc acudia al trato dicho, y primero que e uiniese a Sauer en Mexico, fuc (J'randc la matanQa que do los mercadere .. hizioron, que {t cadn pat:io hallauan los caminos llenos de muerto y comido. d fieras y de aura , <le lo qual cobrand pavor y miedo no o auau ya v nir ni guir aquel camino; lo qual entendido en Mexico por lo. rey s <lc Mexico, 'Tezcuco y rracuba, y auiendo e junta.do sobrello, uvo det rminacion de que luego, sin dila.cion ni demora, so junta· 11 gent para ir {t u ngar la muerte de lo tratantes que, tan sin ra~on y con tanta in justicia, auian muerto aquellas nacione , lo qual deterrninado fueron enviados correus por toda las prouincias para rlar auiso de Ia determinacion, pr gonanJo por todas ella la gu rra que contra Tequantcpcc y las de mas ciudades nombrada 1 R y Auitzotl que ria hacer; lo qual prcgona(lo fueron juntas mucha gente , mouidas por b. golosina d.c la riqu c;a que aquellas ciudade tenian, tocl s gentc muy lueida y bien acl r c;ada de armas de todo gcnero de las que cllos usauan, y juntamente gran cantidad de bastimentos, como era maiz tostado y otro molido y hccho harina, frisol molido, pan biscochado, tamale. mohosos y cm·ado al ol, grandes fardos de chile, cacao molido hecho en pellas, de todo gran cantidad, porque dcmas de lo que los reye proueyan rle sus grandes tr de y granero , cada soldado llevaua a que. tas su particular comida, t do lo que podia lleuar, atada ala carga el espada y la rod 1a y la arma ' con que auia de pel ar, e<m lo qual uplia la ordinaria racion que en comun se dam;t; y fuc tanta Ja gente que {t csta guerra ucucli6, que dice la :YStoria que quedaron la ciudade y uilla tan olas, de pues do |