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Show yos del sol que por cllos se estienclen" y que desto se. glor.iaba J estaua muy ufu.mJ; y asi man,lo luego s~ biciesen las osequias de. todos los senores que en aquella batalla auian muerto y fuesei con la solenidad acostumbrada; las quales se bicieron con tanto aplau· so y solenidad como atras queda dicho, de las cerimonias y ritos funerales, en particular de los qu en las guerras morian. Preguntanclo Monter;uma, c6mo en el Tlatilulco no celebrauan las osequias de los que de su parte auian mu.erto en In guerra.; a lo qual Ie fue dicho, c6rno ninguno auia rnuerto en aquella guerra, de. lo qual muy enojauo y ayrado pregunt6 la causa, diciendo: iC6tno es cso? puc muercn mi hermanos y clcudos muy cercanos peleaudo por clamor de la patria, como valero o~; y juntamente con ellos muet·en los senores de la prouincias y valero os olclados; iY los tlatilulcas se vuclvcn con sus mano labadas, sin morir uno n~ n.inguno! t d6ude se sufre que esten ellos rienrlose de nosotros y ala mira holgantlose de n ue tro mal y duflo 1 1 no sa ben esos traidores que son mi va allo~s'r ~ olo se a11 de contentar con dm·me un tributo baxo y <;euil1 1 para e o son mi tributario y auiendolos yo vue Ito a mi grucia torn an a hacer de las suya . Pues yo man do que doy ma 2 me trihutcn esclavos, como me tributauan la.s demas pm,.. uincia y que quarH1o vamos i la guena no vayan en nuestra cmupai11n, sino que vayan por si, y pelen por si, y que de nadie sean ayudarlos; lo qual i no hicieren, juro por los dio es de los tornar a destruir y vengar mi zafia en ellos: y vayan luego a se lo decir. Los senores, como vieron al poderoso Monte9uma tan ayrado, toilos temi ndo su enojo, con palaura:s de gran umildad le respondieron: senor poderoso: umildementc te suplicamos aplaques tu yra, la qual no sea causa de algun repentino suceso de tu salud y ~ida, la qual deseamos se conserve: ya la senlencia esta dada, y pues su ·descuido lo mercce, exec1ltese como lo mandas; y enviando dos executores de la seutencia, de lo mas principales de la corte, se la fLteron a notificar, y juntando a todos lo mas ancianos de aqueUa parcialidad y {t los senores y regidores ile la ciudad, se la notificaron y mandaron de parte de la magestad del rey, que ninguno de- 1 Ast en In cop in: tnl ver. civil, en conttaposioion alllamn.tlo do san(lr«'. 2 Que de hoy en adelanto. 469 llos fuese osado de c~trar en la corte de MexicG basta tanto que se serralasen en In pnmera guerra que se ofreciese y truxesen sus prisionero . Los tlatilulcas, mostrando mucha humildnd y conocimiento _de su cul~a, hicicron gran sentimiento con Utgrimas y actos exl en ores de tnste~a, temiendo no ser destruidos, acordandose alguno de los viej~ , que aun vivian, de la :lcstruicion que el padre de lJtlonter;uma aura hecho en ellos, enviando a peclir perdon al rey con toda humildad posible, prometiendo en lo futuro de se enmenflar. Volviendo al rey los exccutorcs de ]a sentencia, lc contaron c6- mo en cumplimiento de su mandamionto auian iilo al Tlatilulco, Io auian recebido con mucha umildad y conocimicnto de su culpa y que lo que rna" uuian entido era el privalles Ia entrada en su real casa y corte, pero que ellos lo cumplirian basta que su real ·persona les nl<;n c e te dcstierro, el qual espemban como de padre y madre piado._a. Idos los mexicanos, los tlatilulcas cntraron en su consejo de lo que deuian hacer, entre los quales uvo pareceres que procura en libcrtad, pero otros viendo su. pocas fuer9as, dixeron que no, que el valor de .!Yfontec;uma era granite y que ellos no ten ian cabe<;a ni valor para poderle re"i tir; que lo mejor seria procuralle aplacar con sefialarse en algun huon hecho, y que con esto volverian a su gracia y amistad; lo qual determinaron hacer en ofrecicndose ocasion, y asi cstuvicron un aiio preci::;o, que no cntraron en Ia corte, ni vieron la cara del rey, ni los quiso admitir ni perdonar, ni al<;ar el de tierro ni privacion. En e te mP-dio tiempo se ofreci6 ir {t la guerra de rrcuctepec, los qualcs, como no quedaron del toclo vcncidos, sino alteatlos con Ia eelaua que los mcxicanos les auian pucsto y engaf'iado, que les auian hecbo en pa .. aUos de ta parte del rio, como antes queda referido, no queriendo acuc.iir a reconocer a Monteguma, antes auiendo hecho rnucho dai'io {t los caminante y mcrcaderes, au ian hecbo otra nueva cerca desta otra parte del rio para no ser engafiados tan fe;tcilmente, cntendiendo ser incxpunables; lo qual venido a noticia de MonteQuma mand6 apercebir sus gentes, tantas que cubrian el sol 1 de toda~ las provincias, y que luego salieseo {~ aquella guerra J. 'Ial v.ez,..... "el.suelo." |