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Show 260 recian la corona, pue nenguno se auia senalado mas que otro, y asf queria ver si en otra prucba auia qui.en se aventajase para dalle el premio de lo uno y de lo otro; y asi mand6 haccr una estatua. de palo, a la mesma manera que la de piedra pa ada, y puesta en el mesmo Iugar, mand6 que saliesen ala prucba de Ia estatua con fisgas y Hcchas, contra la qual alieron todos los mancebos dichos y empe~aron a tirar unos a profia de otros, que a poco rato estaua ]a· estatua pasarla de muchas flechas y fisgas, tantas que cubrian el palo y muchas dcllas la auia pasado de la otnt parte, con tcner, segun la ystoria dice, un palmo de grueso. Viendo el r y la buena mafia que aqucllos manccbos sc daban y el deseo que mo trauan d ganar honra, orden6, 6 por mcjor decir, fingi6 queria hacer una ca~a de aue marinas y mand6 aderegar muchas canoas, y que todos aqueUos mancebos, pues tan certeros se auian mostrado en la estatua de palo y de piedra, quo queria ver en la aues que vuelan c6mo lo hacian; lo qualluego fue pue to por obra y ntrando en la laguna toda aquella multitud de gcnte, a los quales mand6 el rey que ninguno tirase a pato ni gar~a qucstuviese posada en Ia tierra ni en el agua, sino solamente a las que fucscn volando, porque en aquello queria vor u gentile~a: luego pucstos todos a punto con sus fisga en las mano , levantaron mucha cantidad de ca~a qucstaua asentada en el agua, y tirandolc al vuelo con mucha destreca y galanfa, dice la ystoria que mataron gran multitud de patos y a~~ ares, gan;as y de todo genero de ca9a marina, las quales, pasadas con las fisgas y flechas, venian caycndo por el aire de lo alto, en el qual cxercicio ocuparon todo aquel dia, y mandandolos juntar el rey, les hi9o c ta platica: Tlatolulcas: mucho me e olgado de ver la destrec;a de vuestras personas: bien entendereis questo que sea hecho noes acaso sino muy de prop6sito, porque quiero que entenda~ s que si alguna vez os vieredes con vue tros enemigos, que sepals que su carncs no .son piedra, ni son de palo, y que pues vuestro valeroso brac;o deshace la piedras y palos, que mejor de pedac;areis sus carnes, como leones 6 tigres ferozes: tam bien quiero que epais que no son paxaros que vuelan para que se os puedan ir de las rnanos, pues en este dia pocos se os an ido de los paxaros que vuelan; por tanto esforc;aos, que presto aureis menester las manos y vereis 261 engrandecida vuestra parcialidad mexicana del tlatelulco y que todas la naciones estan sujetas a el y que goc;a de lo que a go((ado la parcialidad mexicana de Tenochtitlan. Ellos se le humi.llaron y dieron gracias, no entendiendo a que fin lo decia, mas de que los mand6 apercibir y aderegar para cl punto que fuesen avisados. Los principales en quien cste negocio estaua secreto, dixeron at rey no se apresurase ni inquietase, que lo mejor era callar y hacer con cordura el negocio dcterminado, sobre lo qual ellos darian pareccr, y el parecer fue ordenar una traicion, que {t media noche Y ·de sobre sal to diesen obre los tenuchcas, diciendo quel rey Axayacatl era mogo y que muertos sus valicntes hombres en quien el confiaua, que no auia QUE haccr caso del: QUE Tlacaelel ya era viejo, que tampoco auia POR QUE temelle mas que una mugercilla que estaua siempre sentada. Pero como estos negocio nunca se hacen tan ecretos que por una parte 6 por otra no se sepa, 1 alguna de las principales que esto ordcnauan no lo viniesen a entender, y aconteci6 que, un dia antes que esto se cfectuase, vinicron algunas mugeres de los tenuchcas al mercado de Tlatelulco y sobre cierta compra 6 venta uvo alguna contienda con las mugeres de Tlatelulco, y rompiendo en palabras las dixeron que presto verian el pago de su atrevimiento, con lo qual dieron mala sospecha a los mexicanos que lo oycron, de lo qual dieron auiso a su rey Axayacatl, y .advirtiendo obre los excrcicios de gu rra en que veia emponer 2 a los manyebos, confirm6 su sospecha, sobre lo qual hic;o junta de los senores de su reyno, y acordado entre cllos, mandaron poner guardas de secreto en la ciudad y juntamente a ci rtos capitane que se fuesen al tianguez 8 de rnatelulco, como que se i.ban a olgar y que con toda disimulacion fuesen escuchas 4 de todo lo que sc tratase; y asf discurriendo por todo el tiangez con toda disimulacion, oyeron muchas palabras de escarnio que contra ellos se decian, es, pecialmente oyeron decir, mira estos c6mo se pasean con tanto descuido; dexaldos, quellos nos la pagaran; las quales palabras re- 1 Aqui fnltan algunas frases, tales como-" tum poco pudo evitat·so que, etc." 2 Instruir. 3 Nombre corrompido de la plaza del merca.do; 011 mexicano Tianquietu.: 4 0 esp\ns. |