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Show 462 1 S abriendoles los pecbos y sad.ndolcs el cora<{on lo echaban car o , . l 1 E en la pie~a, dclante los ydolos, mo tr{tndoselo pnmero a so . m-peg6se c tc acrificio desdc media dia, cl qual se acau6 ya noche cerra d.".. , en c1 qual mataron dos mil y trescientos hombres, de cuya sangre cstaba todo 1 templo y las grada.s ~el bafiado, porqu: en sacan do que 1 s acabun el coragon, los mm1stros los e.c haban a. ro-dar por las graclas abaxo, cosa que cada vez quo Ia scnbo me tlem-blan In carncs de horror, sienilo co a que parcce que la mesma naturalcga Jo aborrece. Acnuado 1 acri~cio, los cstrangcro cnc- mi.g os, cs IJ..". ntados d tnn gran crueldad y mhum.a no hecho, sc des-pidieron luego aquella nochc y se fueron a SUS ClUdadcs: lo m~smo l · · 1 Reyes y (J'randcs sefiores que todos se fueron a sus UClCl'OU OS o ' prouincias y ciudadcs. . Los vcxotzinca y atlixcas, en pago del buen tratamwnto que se les auia hecho en Mexico, ufanos de la victoria pasada, vinieron a los terminos de Cuauhquechula y de Atzit:.::iuacan, que eran las frontcras d nde auia guarnicion de gcnte de Mexico, y qucbrando lo maizal y destruyendole toclos los algodonales y pi andoles la lccrumbres y hacicndoles grandcs dafios, vinicron a quexarse {t M6xi~o, a los qualcs el R y Monte9uma consol6 y prometi6 venganga, y inviando sus mcnsageros a su comarcanos de la quexa que lo de Cuauhquechula lc auian traido, mand6 apercibicscn sus gcntc , lo qual oydo por cl efior de Tulia, 1 que se clecia Ixtlilcuechauac, pidi6 de merced a Monte9uma que le diese a cl aquella emprcsu, que cl con su gcntc qucria ir a probarse con lo atlixcas y y vexotzincas. Et gran sefior e lo conccdi6 y agradeci6 su bucn prop6 ito, p ro con todo o, conociendo el valor de los en migos l1iyo aperceuir todas su gentes, pam que si tuvies necesidad de socorro c lc die e. arti6 luego todo cl exercito {L los valles de Atlixco, con toda brevedad, y principalmentc cl senor de Tulia con un cxcrcito muy lucido y galano y muy bien ordenado, ol qual se puso contra cl enemigo y pele6 con cl dos dias valero amenLe, sin conocerse vcntaja de uno ni otro, con pcrdida d alguna gente de ambas parte ; pcro al tcrcero dia queriendo el senor de Tulia mostrar su valor, sali6 al campo en delantcra de los suyos, y pesandole 1 Pullan, 6 1'ollan, en mexionno, hoy, vulgarmonte, T1tla. "" · " '463 de que tanto lc t'urasen los vexotzincas, meti6se entre ellos con tanta furia, que despues de auer hecho muchas maravillas en armas por. su persona, iuc preso y clcspcdagado de los con'tr·arios, y' viendolo los suyos empeyaron a desmayar, a cuyo socorro sali6 el tezeucan'? con toda su gento, haciendole espaldas; pero a provcchando ·poco su socorro, los vexotzinca y atlixcas, haciendoles grandes re ·sistencias, los llevaron casi de vencida; pero socorriendo los de Az- ·caputzalco y toda la nacion tecpaneca, hicieron todos pic, sc mantuvieron aquel dia, hacicndoles gran resi tencia, hauicndo grandes muertes de una parte y de otra y de gente muy principal y scfi.alada; pero otro dia to rna ron al com bate con determinacion de concluir, a i de la una parte como de la otra. Sali6 cl tczcucano con cl tccpaneca juntos a 1a batalla, y auiendo turado mucho rato, los de la parte de Mexico empc9aron a desmayar, a cuyo socorro, vienclo que los llevauan de vcnciclu, salicron los mcxicanos y con ellos los chalcas, con cuyo socorro hicicron pie y torn6 la batalla como de nuevo, en cuyo rcncuentro mataron los vcxotzincas tr primos hcrmanos de Montegurna, hombres muy valerosos; lo qual vista por lo chalcas que en su favor auian salida, cobraron tanto corajc que apretanrlo a los nemigos los hicieron retirar {L mal de su grado, y conocida la victoria de parte rlc los chalcas, los vexotzincas y atlixtas, sc rindicron y pidicron cesasc la conticnda, y nsf ces6; las quales nuevas fueron a Monter;urna, el qual, oycla la nueva de la mucrte de sus primos, hizo gran scntimiento, qu xandose de Ius dioses, y asi con mucha tt'i teza salicron a recibir a los que voluian do la guerra, excepto en Chalco, por que alli, como a venc dores, c les hi~o muy grande, soleno y regocijado rccibimiento, coron{tndolos de diversidad de rosas como a vencedores. Luego que se hizo cl recebimiento en Mexico, al qual sali6 Mon- . te9uma con una espada y una rodela en las manos, sin mostrar ningun semblante de tri teza ni cobardfa, con. ol6 a los suyos y los recibi6 muy bien, y lucgo invi6 a Tulla sus mensagero y presentes para que se les hici sen las honras a su senor con toda solenidad posible, lo qual agradecieron mucho los tultecas. rrarnbien mand6 hacer las honras a sus primos con In solenidad acostumbrada, para |