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Show 214 y prem:Uicas y mandatos muy rigurosos para que todos viuiesen en ~u e~tado como era raGOO vivir con el decor y buen modo, regimen y concierto que a tan gran ciudad, tan rica y tan populosa pertenecia, y tambien para que ala autoridad Real de su persona se tuviese aquel rcspeto y reverencia que se deuia y a los grandes de eu reyno, para que fuesen conocidos y re petados por tales; para lo qual orden6 lo que ~N el capitulo que sigue dire. CAPiTULO XXVI. Oo las loyos y ordonan(,)o.s, promtiticas y otros mandutos quo ol ltoy Monte9uma, primero do osLo nombro, puso ou la ciudad do MCixico. Aunque la corte real de Mexico estaua en pulicfa, 6rden y con-· cierto, y e vi via con gran crian<(a y temor y con gran cuidado de· que no uviese males ni des6rden, quiso y fue la voluntad del rey que· uviese ordenan~as y lc'ye y prematicas particularcs por doncle los, demas reyes se rigie en y gouernasen, dexando ordenado lo que en adelante e auia de guardar, las condiciones y manera de vivir que cada uno en su e tado auia de guarclar y cumplir, ordenando su republica quanta mejor fue posible, con forme {t sus antiguas costumbrcs; y para mejor ordenar esto tuvo· su con ejo con los grandes de su corte, 6 por mejor decir, hic;o cortes y junta general de todos los grandes de u reyno y de todas las proui ncias comarcanas, con los quales e orden6 la onra, el rcspeto, el temor, la reuerencia que se auia de tener a los reyes y luego a los grandes sefiores, que fuc ordenar los adora en por dio 'CS y los tuviesen por tales. Y asf, lo primero que e orden6, fue que los reyes nunca sallesen en publico, sino a co as muy nee aria y fon(osas: que solo el rey se pusiese corona de oro en la caue~a, en la ciudad, y que en Ia guerra, todos los grandes senores y valientes capitanes se la pudiesen todos poner, y fuera de all(, no; los quales en la guerra representauau la persona real, y asf pod ian en la guerra ponerse co- • j ) 215 ronas: de oro y yns1mas Reales. Orden6se que solo el rey y s11 coadjutor ·Tlacaelel pudiese traer ~apatos en la casa Real y que ningun grande entrase cal~ado en palacio, so pena de la vida, y .solo ellos pudiesen traer c;apatos por la ciudad, y ningun otro, so pena de la vida, ecepto los que uviesen hecho algona valentfa en la guerra, a los q uales, por su valor y sefial de valientes, les pudiesen permitir a traer unas sandalias de las muy comunes y baladies, porque las doradas y pintadas solo los grandes las podian traer. Tambien se determin6 que solo cl rey pudiese traer las mantas galanas de labores y pinturas de algodon y hilo de diuersos colores y plumerfa, doradas y labradas con diuersas labores y pinturas y diferenciallas quando ft cl le pareciese, sin auer ecepcion en traer y usar la mantas quel q nisiese; y los gran des sef.i.orc , que eran ha -ta dace, las mantas de tal y tal labor y hechura, y los de menos valfa, como uviese hecho tal 6 tal valcntfa 6 ac;afia, otra diferentes; los soldados, rlc otra menos labor y hcchura, no pudiendo usar de otra preciosa labor ni difereneia, mas de aquelln que alH se Ie senalaba con us ceflidores y bragueros, que aludian y seguian la hechura de ]a manta que le era perrnitida. Toda Ia dcmas gente, so pena de la vida, sali6 detcrminado que nenguno u::;asc de algodon ni se pusiese otra mantas sino de nequen, y questa mantas no pasasen mas de quanta cubrie en Ia rodilla, y si alguno la trujcse que llega {t Ia garganta del pie, fuesc muerto, saluo sino tu viese alguna efial en las pierna de herida que en la guerra le uvie ·en dado; y usi, quando topaban alguno que traia Ia manta mas larga de lo que la prematica ordenaba, luego le miraban las piernas i tenia alguna scfial de herida que en Ia guerra le uvicscn dado y no hallando cla le mataban, y si Ia tenia le dexauan y se la permitian para cubrir la ferida que por valientc le auian dado en las piernas, y decian, que pues no huy6 el pic a Ia cspada, que era ju to con aquella ]a galardona ... en y fue en aquellas piernas on-radas. Sali6 ordenado que ninguno fuese o ado a cdificar casa con al-tos, sino olo lo grancles sefiores y vnlientcs capitanes, o pena de la vida, y que nenguno osasc poner xacalcs puntiagudos ni chatas ni redondo en sus casa , sino solo los grancles senores, so pena |