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Show 46 aguclo y parientcs los mexicanos padeccn lo quel Sefior ~e lo criado sa be: mi.ra, senor, que vcnis a ser amparo, sombra y abrtgo dcsta nacion mcxicana, y {t tener ol mando y jurisrlicion y a ser semejan· <(a de nuc tro dios Vitzilopochtli, y bien sabeis que no estamos en nue tra ti<Jrra, sino en tierra agena, y no sabomos lo que sera de no otros mafiana 6 esotro dia: mira que no vem.s J.d '/, i:tl escansar m L recrcaros, ino a tomar nuevo trabajo y carga muy pesada, y a trabajar y a scr csclavo de· toda csta multitud y de toda la gente de la comarca, a quicn aucis de trabajar de tener muy gratos y contento , pues sabcis vivimo en sus ticrras y tcrminos: por tanto, scfior, scais muy bien vcnidos; vos y nuestra sefiora y reina llan· cueitl." IIccha c ta phUica, lcs pusieron en las cabe<(as una tiras {t mancras de mecHas mitra , las quales u ·aban poner {t los reyes quanuo lo coronaban. El recibi6 a cargo el rcino y promcti6 el cargo de ]a defcn 'a del, y empe<(6 a tener quenta con las cosas nece.., aria a la R publica. Y porque quiero rna en particular dar quenta rle la cle~ion de e te primcro Rey de Mexico y de sus grandc<(as y modo lc regir y gobernar, pue lo tomo por principal intcnto en esta mi historia, pareci6me ha~er particular capitulo del y de toda su vida y echos; pero antes que vamos 1 a tratar del, dire aqui c6mo los que sc apartaron a vi vir al Tlatelulco sc estuvieron quedos sin acudir ala obedien~ia del nuevo Rey; antes como rcbeldes y sin ningun temor, e estuvieron quedos, sin hacer quenta ni caso del rey que los mexicanos auian eleto, como gente ya de por si; 2 lo qual sufri6 la lJarcialidad mexi.cana, crco con temor de que ningun reyno entre i diuiso podra permanecer; y temiendo nose dcsolasen hacienda e guerra los unos a los otros, uvo entre ellos disimula~ion, aunque andando despues el tiempo (como en su lugar dire), los mexicanos, no pudiendo sufrir la inquietud de los de Tlatelulco, muchas veces los desbarataron y dieron guerra y les hicieron muchos males y los sujetaron y robaron y destruyeron, con demasiado enojo y venganc;a. 1 Oomoncemos. 2 Segregado. 6 indepen<liente. CAPiTULO VI. 1 D 1 primet· Roy do MG. i o, llnmo.do Acamapich, y d lo sucodido en <'I ti mpo que reinO. El afio de mill y tresr;ientos y diez y ocho, despues del nacimiento de nuestro Redentor Jhu. X<?, empe~.aron los mcxicanos a cdificar la ~iudad de Mexico y hac;er cho¥a y casas pajic;as encima de albarradas, porque, como qucda dicho, tod era una. gran laguna llena de grandes caiiaverales y juncales.y cspadafias. Desde est tiempo cmpe<;:6 la. na~ion mexicana a mexorarse y a go<(ar de algun tiempo quieto y dichoso, compar{tndolo. con el pasado, pues ya dividido en barrios y collaciones, se ivan ilu trando en dignidadc. y multiplicando en numero grande, mezcUmdo c con las dema naciones en trato y conversacion, siendo toclavia vivo muchos de los vlejos que de aquellugar 2 camino au ian quedado, personas seftaladas de mucha autoridad y respeto, los nombres d·e los quales eran: Acagitli, Tenock,. Megi, Ahuexotl, Ogelopan, Tegacatetl, con los quatro ayos de Vitzilopochtli, los quales le vian visiblemente y le hablaban, que se llamauan Cuauhtloquetzqui, el segundo Ococal, cl tercero Chachalaitl y el cuarto Axoloua, los quales eran como ayos, 1)adres, amparo y rcparo de aquella gente. Estos, viendo ya su <;indad y asicnto fundada, determinat;on cle buscar Rey (como arriba en el capitulo pasado queda dicho ), haciendo Sll junta y cabildo truxeron por senor un hijo de Opochtzin, seilor de los mexicaJ nos, que viviendo los mexicanos en Tigaapan se auia casado con una senora de Culltuacan llamada Atotoztli, de la qual auia auido este hijo llamado Acamapich; del qual los mexicanos tenian noticia, que de mas :le ser. de In lfnea de sus senores, auia salido muy 1 Venso lo. }(Imino. B~, pm·t. 1'!- 2 Largo. (Relncion, etc.) |