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Show ' I 16 sol ( al cual tenian por Dios y por criador y causa de lo. cria~o ):r a este hacian un sacrificio, y era, que en matando qualq~:r g ~e ~ de caqa, sacaban la flecha nsi ensangrentada y ~ostrc:t anse a. a sol en senal de sacri{icio, y reconocicndole por Dw~: ~e aqui :mo aq~clla barbara nacion que en csta tierra auia de ch~chuneca~ a toInar alguna pulicfa 1 y a vivir COffiO gentc racional, y {t cubnr ~US CarneR y hacerselc vergonqoso lo que hasta alli no les era, y a< ~, r. ar con cer choqas y bohios donde se meter: empeqaron a co~vers esta otra gent', y a tratar y contratar con ellos, pcrdH~l100les el miedo que les tenian, emparent{tndosc con ellos p~r ~fa de casamiento ' empcqando a tenor sefiores y conocer sup?rwndacl y mando unos {t otros,junL{wdosc en sitios, abriendo los OJOS pa.r~ conocer de bien y de mal, y salir de la brutal vida en que vtvmn, pero siemprc metidos en los montes y llegados a las sierras apartados de los dcmas. Pasado tTescientos y dos anos que las seis companJas de gente auian salida de aquellas cuevas donde vivian, en la tierra de Aztlan y Teoculuacan, aport6 {t esta tierra la sctima campania, q~es la nacion Mexicana, {t quien scgun opinion suya, les era promcttdo por los Dioses, por ser cllos gente tan llegaoa {t cllos, idol{ttra tod.o Io del mundo, y asf sent ian el favor dellos: de mas desto eran behcosos, animosos, y emprendian sin temor grandcs hechos Y a<;afias;. eran gente pulitica y cortesana, y as£ el camino que truxeron para venir a esta tierra, fue muy espacioso, en el qual hicicron grandcs paradas, y asf. sera men ester, pucs mi intento es relat~r su hist~ria, hacer capitulo particular de las cosas en el aconteC1das, sufr~endo grandcs trabajos en la esperanqa que sus profetas y caudillos les iban prometiendo de la tierra que vcnian a buscar digna de nombre de tierra de promi ion, por su fertilidad y abundancia, y por sus grandes riquc<;as y llena de todo lo que se puede imaginar y pensar, como lo aura bien conocido cl que con ojos libres de pasion lo considerare; pues puede afirmar que, tierra por tierra, en el mundo, esta sc puedc contar con ]a mcjor. Traian un idolo que llamaban Ilu-itzilopochtli; el qual traian 1 Oultnrn. 17 cuatro· ayos 1 que le rvian, y a quien el dccia muy en secreta tod0 los su·ce os de su itinerario y camino, a vi {mdolc de todo lo que les auia de uccdcr, y era tanta la rcverencia y temor que a estc idolo tenian, que· otro ninguno quellos no le osaba tocar, ni llcgar, el qual venia metido en nna area de junco , que hasta el dia de hoy no hay quicn sepa ni aya vist0 de estos naturales la forma de este i loto: a cste hacian e tos sacerdote adorar por Dios, pre~ dicandoles ]a ley que auian de eguir y cumplir, las eerimonias y ritos con que auian de ofrecer us ofrenda ; y csto hacian en todo los lugares que a cntaban Real 2 , a la mesma manera que lo hijos de I racllo u aron todo el tiempo que anduvieron en el desierto. CAPiTULO III. 3 [) ln llo ·ada de lo Mo, icnnos ft o ta tiol'l'a cle MEL-ico y de los succ o. y acontocimientos quo Ltwi e1·on n.ntes do llogar l't ella. Fueron siempre los hechos y proezas de lo mexieanos tanllenos de hazafias, que a los que no Io aben y a ellos conoce y dado que no los conozca, no dejaran de recibir gusto y contcnto de saber sus antigualla , con la sucesion y principios uyos, con otros muchos acontecimientos que por cllos pa aron dignos de memoria. No ignoro el esccsivo trubajo que sera relatar cr6nica y historias tan antiguas, especialmente tomandolas tan de atras, porque~llende de aucr los Religiosos antiguos quemado Jos Jibros y escrituras y auerse perdido toda , faltan ya lo vrejo ancianos y antiguos que podrian ser autore~ de esta cscriptura, y hablar de la fund'acion y cimiento desta tierra, de los quales habia yo de tamar el intento de sus untigiiedadc . Pareceme tam bien lmposihle poder con tar todo lo que por este nuevo mund'o y una provincia tan grande, como ella es, aya pasa- 1 Snccrdotcs. 2 Doncle ltacinn mansion. 3 V ease lo. 16m ina. 2~, po.rte 1'.' 8 |