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Show 70 desmayaua mucho a los sefiores y al Rey: y preguntandoles que era lo que querian, respondieron, quel Rcy nuevo de A zcaputzalco era hombre piadoso, que eran de parecer que tomasen a su dios Vitzilopochtli y sc fuescn a Azcaputzalco a poner en las manos del Rey todos con toda omildad para que hicicse dellos lo que fuese su voluntad, y que qui9{t los perdonarian y darian en Azcaputzalco lugar donde vivicsen y los entretexerian entre los vecinos, 1 casi ofrecicndose por esclavos de los de Azcaputzalco, lo qual a nadie parcci6 bien de los que algun animo tenian. Empero algunos de los senores dixeron, que no era mal consejo; que poco a poco, sin nota, podrian entrar en Azcaputzalco entre amigos y conocidos, y que as£ podrian meter a sus dioses en la ciudad de Azcaputzalco y qucdarse aUf, y casi lo quisieron luego poner por obra, porque llamados los ayos de su iios, les mandaron so aper<; ibiesen para llebar {t, cuestas a su dios, a la manera que se lc en ellibro ile Josue, capitulo 6?, donde mand6 que los sacerdotes tom asen cl Area del Testamento en los hombros, y que toda la demas gentc, puesta en 6rden, fuesen al recledor de la Area, y que siete sacerdotes tocasen las trompetas que se tocauan en el afio del jubileo, lo cual hicieron siete dias arrco basta entrar en la ciudad de J eric6. Asi estos sacerdotcs tomauan a su dios en los hom bros para contra los enemigos, lo qual pretendieron hacer para pacificar a los de Azcaputzalco y para vivir entre ellos, 6 para con aquellos ponellos terror y espanto y atemori yallos. Y e tando ya punicndo en efcto su ida, sali6 de entre ellos un valcroso mancebo llamado Tlacaelel, sobrino del Rcy, y dixo: i ques esto, mcxicanos 1 ~que haccis 1 Vosotros estais sin juicio: aguarda, cstaos qucdos, dejadnos tomar mas acuerdo sobrc cste ncgocio: ttanta cobard.la a de aucr que nos aucnos de ira cntretcxcr con los d Azcaputzaleo1 y llegandose al Rcy, le dixo: Senor, i que es esto 1 i c6mo pcnnites tal co sa 1 Habla a ese pueblo; busqucse un mcdio para nuestra deil nsa y honor, y no nos ofrezcamos as:( tan afrentosamcnte entre nucstros cnemigos. Entonces cl rcy, volviendosc a la gcntc que presentc estaua, dfxoles: ~ todav:(a determinais de iros a Azcaputzalco 1 cos a d gran baxeya me parece: yo quiero dar 1 Oou oti'Os medi os, quo c·a i so ofrocian por esclavos, etc. (Origon, etc.) I 71 un corte que sea a nuestro onor y no con tanta dcsonra como vosotros haccis: aqui cstais todos los senores y principa1es tios, hermanos y sobrinos mios, todos de valor y estima: i quien de vosotros sera osado a ir ante cl rey de Azcaputzalco {t sau r del la d tcrminacion suya y de su gent 1 si cstan ya de aqucl parcccr de dcstruirnos sin pod rsc reuocar, SIno tienen lastima de vcrnos en este apricto y afliction, aqu:( cstais; levantcse uno de vosotros y vaya: perde, mexicanos cl temor. Empcro por muchas vcces qucl r y los persuadia, ninguno uvo entre ellos que osase atr ucrse ni ofrcccrse a ir ante el rey a Azcaputznleo con embaxada ninguna, porquc tcmian ser rnuertos de las gentes. Visto por cl r y y por un sobrino suyo, Tlacaelel, qu ninguno se ofr cia, 1 dixo en alta voz con animo valeroso: S nor y r y nuestro; no d sfallczca tu co rayon ni pi erda cl animo: aqui est{m prcsentes cstos senores hcrmanos y parientcs mios y tuyos, y pucs ninguno da rcspuesta {t lo que les rucgas, mirandose unos a otros, por tanto digo, que yo me ofrczco a ir y llcuar tu cmbaxada donde fuercs servido, sin temor ile la mucrt , porque si cntendi ra que auia de vi vir perpctuamente y que nunca auia ilc morir, con lamesma voluntad fuera que agora voy, porque supue to que tengo de morir, hacesele muy poco al caso que sea oy que sea mafiana; y asf, tpara qu{wdo me he de guardarP td6ndemejorme puedo emplear que agora 1 i d6nde morire con honra y en clef en sa de mi patria 1 Por tanto, scfi.or, yo quiero ir. El rey It zcoatlle respondi6: Mucho me ue1go, sobrino mio, de tu animo y corayon y de tu determinacion, en pago de la qual yo te promcto de te haccr grandes mercedes y uno de los mexores de mi reyno, y que si muricrcs en esta demanda, de lo cumplir en tus hijos, para que de ti quede perpetua memoria y de un hecho como este, pues vas a morir por la . patria y por la honra de los mexicanos. A nadie pareci6 bien cl atrcvimiento de Tlacaelel, vienclo que iba en notorio peligro de la vida; empero mirandolo cl rey mas principalmente entre todos, que en aventurar la vida de uno y asegurar 1 Ln loctnm dclnn6nimo os mns ollu·n y pracisa. - "Vicndo Tlacnellol que ninguno se ntrovia, dixo, oto." [ 01·l,gen, etc.] 2 En el nnonimo dice "aguardnr." |