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Show 138 l1abilcs para eosa de regir. Aquello• que dirigicron en los tiempos pnsados Ia repUblica, y los egCrcitos en las gucrras, todos fu cron gcnte muy dcula a Ia oracion y devocion, a las 16grimas y suspiros, muy humildcs y obedicntes, muy pacHicos y rcposados. Ya sabcs hijo mio, y bien ticnos en Ia memoria, qttc el sciior Cs como corazon del pueblo: (a) ii cstc lc ayu4 daban dos scnadorcs para lo que toea al rcgimicnto del pueblo: uno de olios era pilii, y otro criudo en las gucrras: cl uno de ellos so llamaba 'l'lacateculli, y cl otro Tlocochtecutli. Otros dos capita ncs ayudaban al scilor para las casas de Ia milicia, cl uno de ellos era pilli, y criado en Ia guerra, y cl otro no era pilli: cl uno de olios so llamaba Tlacaleccatl y cl otro sc llamaba Tlacochcalcatl. De csta maner:{ hijo mio v~ el regimi ento de Ia repUbli ca, y cstos cua4 tro ya d1chos 1'/acaleculli, 1 '/acochtecutli, Tlacateccatle, !f. 1Yac~chcalcat/? uo tenian estos oficios por hercx-lad, o. prop1cdad, smo que cran electos, por Ia inspiracton de nuestro sei1or dios, porquc eran mas hab i~ los para ellos .. Nota bi.?n lo que tc digo, muy amado. y muy. cst1mado h!JO, 9ue Pto It ensoberbezcas, ni tc altwezcas, s~ por ventura fu eres tomado para alguno de los ofic1os ya dl~hos, ( quizols Di.os t~ llamara pa~ r~ ~lguno de cllos) o te quedar6s sm mnguno, y vi\' Jras como l.10mbrc comun y popu lar; y si f'u cres llamado y clcgJdo para alguno de dichos oficios, otra, y ?tra vcz te encargo, que no prcsumas de tf, ni te llstuncs por grande, val.croso y prineipal, porquc csto cs co~a con que D1os mucho sc enoja. Si acaso . mcrccJCrcs a!guna dignidad, 6 ser a lgo: si mercc1eres ser ~lccto para algun oficio de los ya dichos, se hum.Jidc, anda muy inclinado, baja Ia cabcza y ~ccog1dos los brazos: date a! lloro, a Ia dcvocJon, a Ia tnsteza, susp1ros, y a Ia voluntad de to- (~) fgual dclinicion haec una loy do partida del Rey. 1 39 dos: sc sugcto y humilde. Nota hijo mio, que csto que to he dicho de Ia humddad, SUJCCJOU y m onos~ precio de ti mismo,. ha d~ scr de corazon d.clantc do nuestro seiior D10s. CUida quo no sea fing1da tu humild ad, porc1ue cntOnces dccirse ha de tl litolo.rOthton que es hijJ6cn~ta. Deci.rse ha de tl .tambic~, Jiilanixiquipile que quwre de:u h~mbre jingulo y SJmulado: mira que nuestro se nor clios vc los corazoncs y todas las cosas secrctn.s por muy escondidas que csten, y tambicn oye lo que rov? l~e mos en nuestro corazon toclos nosotros, c uantos VIVtmos en este mllndo; mira en fin que sea pura tu humildad, siu mczcla de ninguna sobcrbi a, y 9ue aqu~lla dclanto de Dios sea pura como una p!Cdra prccwsa muy fi~ na, y que no seas hombre de dos caras. CAPITULO XXI. D el lcnguagc y ofectos que ~~ padre, sciior y prin~ipal usoba para persuadir a su hyo a! amor de la casltdad, clonde poue cuan . amigos e;an los clioses de lo! castos con nmclws compara.cwnes y CJemp/o{)· mn.~ «prop ostlo; tralmtdo tsla materia ofrcce /ocar olras muchas cosas gustosas de leer. Hijo mio muy amado: nota bien las palabras !JUC quicro decir, y ponlas en t~l .corazon., porqu~e !as dcjaron nucstros antcpasados vte;os y vwp.s, sab10s y avisados que vivicron en cstc mundo. Es lo que nos dijcron, y lo que nos avisaro? y encomcndar~ n, que lo guardclsernos como en C?frc, y ?ro en pauo. Mira hijo que los viejo ~ nos deJa ron d1cho, que los nifios, las nii'ias, 6 mancebitos y doncellas son muy arnados de Dios: aprccialos mucho nuestro. se ilor que cstci en toda parte, huCigase con cllos, y tu~nelos por amigos; por esto los viejos que eran muy da~os al culto divino, a Ia penitcncia, a los ayunos, y a. ofre; cer incienso a los dioses, tuvieron en gran est1ma a los ni il.os y ni fias que araban; de!j;pertiib~nlos de nochc al m.ejor sueiio, y desnudUbanlos, roctUbanlos con Tom. 11. IV |