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Show 10 . d malcjo, les temblaban las cn.rnes de mw o, y se es~ tremccian, y sc los espeluzaban los cabcllos; algu~os sc ponian yertos 6 pasmados, por tenor entcnd1do que algun mn l los habia ~c acontccer. La forma de estc an imal ac(t en esta tJCrr~ es, que son como los de Espalia, que ticncn. Ia barnga y pecho blanco, y todo Jo dcmas bermeJO. CAPITULO VII. D el mal a"iiero gue tomaban cuando veian tnlrar algun 0 concjo en su casa. (a) Los aldeanos y gcnte rU.stica cuando vei'an que en su casa entraba algun concjo, luego tomaba_n mal agliero, y concebian en su interior que les hab_mn de robar Ia casu, 6 que alguno de ella se habm do ausentar y cscondcr por l~s montes, 6 yor ~as barrancas donde andan los cwrbos y coneJOS. Sabre ~odas CStaS COSilS iban {t COOsuJtar ii Jos q_ue teman oticio de dcclarar tales agi.ieros. Los coneJOS d~ csta tierra son como los de Espaiia, aunquc no ttenen tan buen comer. CAPITULO VJJJ. Del mal agiiero que lomahan cuando ~ncm~tra~an con una sabanil.ija 6 gusano que llaman pmavz::tlt. (b) Cua.ndo quiera. que esta sabandija entraba c!l casa. de alguno, 6 este Ia encontraba en el cmmno lucrro concebia en su pccho que aqucllo era sefi ai de q~ue habia de caer en enfermedad, 6. que al_gun mal le habia de ven ir, 6 que alguno habm de afren- (o.) lgt1alcs preocupaciones habin en Es1~a iia en ~I si g l~ 10 sobr_e cs1c punto. D. Quixote a! cntrnr en_ ~ ~~ :thlcn t~mo mal ;tg~tcro lltcndo lu~tr una Jicbrc qnc sc agaza pO dcbaJO do los ptcs del ruc10 •..• Mtrl~m stg num. tnalum signum (dice 1), Qui.~otc ) licbrc h':ye, g algo.t_ ~a ltlf:UC/1, Dulcinul uo prtrecc ..• i,QuC nac1011 no ha strlo supcrsttcto!m? [b] El padre !lloliun en s~1 diccionario dice, pinalliztli •.• Escara· bajo que tcnian por mal agiH;ro. II. tar 6 avcrgozn.rlo; y para rcmcdio de esto, hacia Ia ceremonia c1ue se sigue. Tomaba aquciJa sabanclijn y hacia dos rayas en cruz en el suelo, y poniala enmcdio de elias; escupi a la, y lucgo clecja estas palabras que se s iguen, enderezandolas {t aqueUa sabandija: td quf has venido? qniero ver a que ltas ven£do; y fuego se ponian a rnirar 6.cia que parte iria aquella saOandija, y si ilm <'lei a cl norte, luego se deterrninaba, en que aqucllo era sefial de que habia de morir el hombre que Ia miraba; y si por ventura iba Ucia otra parte Iucgo se crefa que no era. cosa de muerte aquella seiial, sino de algun otro in fortun io de poca importancia, y asl Ia decia ... ,anda vete donde quisieres, no se me dti nada de ti, thcr!e andar pcnsando por vcutura en lo qur: quisicres decir? clio se parecerU antes de mucho, no me curo de ti.... )' luego toma!Ja aquella sabandija, y poniala en Ia division de los caminos, y alH Ia dejaba, y algunos tomUndola, pas:J banla un cabello par medio del cncrpo, y colgabanla de a lgun palo, y dejUbanla estar alii hasta otro dia; y si en C1 no Ja ha llaba nllf, comcnz_aba a sospechar que Je habia de venir algun mal; y si por ventura cuando ln. iba a ver otro dia Ia hallaba alii, entOnces consoIUbase, teniendo por cierto que no era aglicro el echarle escupitina 6 un poco de pulcre enctma. Deci a~l que esto era em.borracharl a, y algunas ve.ces teman este agi.iero par indiferente de mal y bien; porque creian que algunas veces cl que encontraba con ella habia de encontrar con alguna buena comida. Esta sabandija ~s de hechura de araiia grande, y e] cuerpo grueso, tiCne color vermejo y en partes obscuro de negro, casi cs tamaiia como un ratoncillo, no tiene pelos, es lampiiia. T6m. IL 3. |