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Show 22 . d ' cedor de las propiedades de las yerbas, p1e ras, ar-boles e raices, esperlmentado en las curas, cl cual tambien tiene par oficio saber conccrtar los hucsos., purgar san!Jrar sajar al enfCrmo, dar puntas, y al fin lJbrar, de !'as p~ert~s de Ia muerte. E l mal mCdico es burlador, y por scr inhabil, en Iugar de sana; empeor~ a los cnfermos con cl brebagc que les da, y aun a veces usa hechiccrlas y supcrsticioncs, para dar a entender que haec bucnas curas. CAPITULO IX. De los Hechiceros y Trampislas. [a] Brujos y Hechiceros. El Naoalli propiamente se llama brujo que de noche espanta a ]os hombres e chupa :i los niiios. Al que cs curiosa de este oficio, bien se le entiendc cualquiera cosa de hechizos, y para usar de ellos es agudo y a stuto, aprovecha y no dalia. El que es maletico y pestlfero de este oficio, hace daiio a los cuerpos con los dichos hechizos, saca de juicio y ahoga, es envaydor, 6 encantador. .!lsir6logo. El astr6logo judiciario 6 nigrom6ntico, tienc cuenta con los dins, meses, y aii.os, al cual pertenece entender bien los caractCres de este 6.rte. El tal si es hUbil nigrom:lntico, conocc y entiendc muy bien los caractCres en que nace cada uno, y tiene en Ia memoria lo que por estos se represcnta, y por ello da a entendcr lo venidero; y si cs iuhabil nigromantico, es engaiiador, mcntiroso, amigo de hechicerlas conque cngail.a :i los hombres. (a) Es mcnestcr ncgar el supuesto de los primeros pucs nu ccsisten: de los scgundos abundamos gracias li Dios. 23 NigrOmantico. El hombre que tiene pacto con el dcmonio, ~e transfigura en di versos ani males, y. po: 6dio desea muerte a los ott·os, usando hcchJcenas y muchos malcficios contra ellos, por Jo cual Cl vicne a mucha pohreza, y tanta, que aun no alcanza tr~s puc parar, ni un pan que comer en su ?as':l, al tin que en el se junta toda Ia pobreza y llllSena, pucs auda siempre malaventurado. [a J Del P rocurador. El procurador favorece a una banda de los pJeyteantes, por quien en su negocio vu?lve mucho y apela, teniendo podcr, y llevando salano por ello. El buen procurador es vivo y solicito, osado, dili «cnte, constante, y persevcrante en los negocios, en ios cuales no sc deja veneer; sino que alega de su derccho, a.pcla, tacha los tcstigos, ni se cansa hnsta veneer a Ja parte contraria y triunfar de ella. El mal procurador es intcresable, ~ran pedigliciio, y de ma~ licia sucle dilatar los negoc10s: haec a lharacas, es muy negligente y dcscuidado cu el pleito, y fraudolento de tal modo, que de entrambas partes lleva ·salario. Solicitador . EJ solicitador nunca para, anda siempre solfcito y listo. El bnen solicitador es muy cuitladoso, determinado, y solfcito en todo, y por hacer bien ~u oficio, muchas veces deja de comer y de dormir, y anda do casa en casa solicitando los negocios, los cuales trata de buena tinta, y con temor 6 recelo, de que por su dcscuido no tengan mal suceso los negocios. [b J E l mal solicitador es flojo y des- (n) Esto cs unn pntrniia, no hay yrt nigroml'inticos porque con la muerte del redentor tmrnudecieron los oracfilos. Lo IJUC hace ver li los hombres ''isiones es Ia mala conciencia que los atormcnta. tli.l y nochc prescntlindolcs fantasmas. (a) iQ:u's est l1ic, el l11udabimu..B em~ |