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Show Dr. David Knowlton Assistant Professor of Anthropology Brigham Young University OVERVIEW America, América and Utah EWhen the Pilgrims first arrived at Plymouth Rock, the Spanish already lived in what was to become the United States. They and their descendants had developed a strong and vital culture of music, narrative, poetry, history, and art, to which we Anglos have paid little attention. As we swept westward from our precarious perches on the Atlantic in a brief fit of "manifest destiny," occupying and overwhelming much of Spanish North America, we forgot that for centuries we had interacted with the other América which trills its r's in a tattoo of complex civilization. This led the Nobel prize winning Mexican scholar and poet, Octavio Paz, to argüe that the United States claims to be a self created nation, outside of history, with a mission to increase the grasp of its "utopia." As a result, he emphasizes the difficulty of two such different peoples as the Anglos and the Latinos sharing the same continent. He compared us to the warring Muslims and Hindus of South Asia. When I grew up in New México and West Texas, the descendants of those states' original Hispanic inhabitants were punished when they dared speak their native language in the public schoolyards. The U.S. tried, through every means possible, to stamp out this so called "foreign" culture by forced anglicization. Nevertheless in the some 150 years after the U.S. signed the treaty of Guadalupe-Hidalgo, symbolizing the transference of a large Spanish-speaking population from Latin to Anglo government, their culture continúes to flourish. Even the staid Royal Spanish Academy has finally remembered its forgotten children and recognized that Spanish language and art are not going to drown in a sea of Anglo conformity. Cuando los peregrinos llegaron por primera vez a Plymouth Rock, los españoles ya vivían en lo que más tarde sería Estados Unidos. Ellos, y sus descendientes, desarrollaron una cultura fuerte y enérgica de la música, la narración, la poesía, la historia y el arte a la que nosotros los angloamericanos le hemos prestado poca atención. Al volar desde nuestro nido precario en la ribera del Océano Atlántico, ocupamos casi la mitad de la Norteamérica hispana. En el proceso nos olvidamos que nos habíamos interrelacionado por siglos con la otra América, la cual ya había elaborado, aun antes de nosotros, una civilización compleja mediante el idioma de Cervantes y al ritmo del trino de sus erres. Este tema hizo que Octavio Paz, hombre de letras, poeta y Premio Nobel mexicano, indicara que Estados Unidos se proclama como una nación sui generis, fuera de la historia y con la misión de aumentar el alcance de su "utopía." Como resultado, él enfatiza las dificultades que surgen cuando dos pueblos tan distintos, como el anglosajón y el hispanoamericano, comparten el mismo espacio vital. Nos comparó con la situación bélica que se obtiene entre los musulmanes e hindúes de la India. Cuando yo me crié en Nuevo México y en el oeste de Texas, los descendientes de los primeros pobladores hispanos eran castigados si se atrevían a hablar su idioma natal en los patios de las escuelas públicas. Estados Unidos trató de suprimir por todos los medios posibles esta llamada "cultura extranjera" a través de una anglización forzada. Sin embargo, a unos 150 años después que Estados Unidos firmó el tratado de Guadalupe Hidalgo, el cual significó el traspaso de una cuantiosa población hispanoparlante de un régimen gubernamental latino a un sistema anglosajón, su cultura sigue floreciendo. Aún la formal Real Academia Española finalmente ha recordado a sus hijos perdidos y ha reconocido que el idioma y el arte español no se ahogarán en un mar de conformidad angloamericana. I¡! |