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Show '180 APOSTOLICOS AFANES Jicitar el focorro, para gue h.ibl.lili:n tambien, para facilitarle, con fu~ bocas Ia::. hcrid:1s, que ann Jlevava tnui recientes. Y aunquc n1ovieron a compaffion, quando las vicr011, (c bolvi6 lin el buen defpacho, que defcava, y merccia, por el cerro numero de Soldados, guc alii havia; Ia era tanto, que lmvieran perecido, fi Dios con el retnor no les huvicra vendado los ojos a los Nayeres; porque las chifpas, que havian faltado de Qua1maruzi al Cangrejo, las atiz6 un Indio J1ijo del rcbcldc Don Alonfo, gue entonces havia paifado con Jiccncia de Ia una a Ja otra Mefa,alfcgurandoles Ia facilidad de acabar con los que eltavan en Ia del Tonati, par haver quedado folos doze, 0 c.:uorze Efpailoles con pecos Indios amigos, fin tem:r otra trinchera, que los Xacales, 0 catas pajizas: materia tan difpuelta, para recibir Ia llama, que po· dian luego Iograrlo, difparando tlechas encendidas. Iva creciendo tanto eJ fuego, que huviera llcgado aL Real el incendio, ii el .~ei10r no huvkra dif· pueflo, gue un Indio de poca edad, mas de buen cora zan, a quicn havia dado cargo de Capitan el Sei1or Covernador, retirandofe de las conferencias, que te. 11ian en cl filencio de la noche, con1o acofrumbran, valiendofe de Ja obfcuridad' palfalfe a dar nodcia 11 Padre Antonio Arias, y al Oficial , que mandava. Agradecieronle Ia fidelidad con las palabras, y con los dones; le induflriaron en lo que devia execurar, ad~irtiendole, guc prefto experimenrarian el defenga ·iio con Ia vcnida del Govemador, que fc aguardava denrro de uno, ode dos dias, y que fe lo dielfe affi a entcndcr a los inquieros.llolvi6fe ellndio' y el efec· to muilr6, que ballaron las razones, con que fue inC.Imido' para folfcga.r a los del Cangrejo. Y para gue m eilos fc rebolvidfcn, ni los Lagu• ncros fe atn:viefiCn J falir de fi1s n1:1drigueras, diJj>ufo Dios , gue dos dias defpucs de elle alboroto liegaffe el Schor Governador a Ia Me fa, y a pocos mas el LIBRO I. CAP. XX. 181 cl Capitan Efcobedo, quien traxo (olos dos priffioncros; porquc muchos, que fe nuntcnian en los barrancos imntcdi:ttos, luego que rcconocicron a los N uellros' Ce rcriraron a las Ranchcri:ts de los TCClJ..:'llnKS , y otras de Coras alli comiguas , perfcverando aun rebel des. Y aunque fe configui6 el alcanze, llcgando a aviftarfe con los cncmigos el Capit<in, y algunos Soldados, Ia fa ita de viveres, y lo m,J[rratado de las cavallcrias, que les havia obligado a caminar a pie Ia mayor parte del vilje, les hizo tamar Ia buclta, contentandofc con haver reconocido aquel rcrreno, y los caminos, para di(poncr dcfpucs Ia entrada, y tamar con n1cjor prevencion aquel e1npcii.o. El Senor Governador abochornado de Ia altive'z de los Laguneros" defcava con el caltigo apagarles los brios; 1nas no pudo exccutarlo hafta paffados algunos dias, quando fe comenzava ya a eureuder en Ia forma.ciou de Pueblos. CAPITULO XXI. F 0 R M A N S E A L G V N 0 S PUEBLOS, celebranfe muchos Bautifmos de par"'Julos ~ re-ducefo el Tonati ,y ofrece a [us hijos, para que le r.eciban. SAbiendo el Senor Governador, guanto importava, para atajar las fedicioncs, acudir a tiempo con el reparo, defc6 palfar al temido barranca d¢ Ia Lagtcna a caftigar los amotinados; mas llegandole a efle tiempo un Correa del Senor Don Jnan de Olivan Re.bolledo , Auditor General de Guerra, (e le embaraz6 la cxecucion : vino por entonces aquel Cavallero a Zacatecas a celebrar fu boda con una hija del Sei10r Coronel Don Fernando de Ia Campa, y Cos, y Ic e11> carg6 |